La temeridad de los narcotraficantes "nao tem fim", la banda Comando Vermelho participó en la procesión de Corpus Christi en Río de Janeiro desafiando a la policía que parece estar arrinconada en las favelas.
Detalles.
Fieles y religiosos participaron en la celebración del día de Corpus Christi realizada el jueves en varias comunidades cariocas donde fueron colocadas las tradicionales alfombras para recibir el paso de la procesión.
Lo sorprendente fue lo ocurrido en Araurama, localidad ubicada en la región metropolitana de Río, donde una de las "alfombras" de sal por donde caminaron los fieles fueron escritas la letras "C" y "V", del Comando Vermelho.
El Comando Vermelho es la organización delictiva más antigua de Río, con ramificaciones en varios estados del país, además de tener presencia en Paraguay donde se abastecen de drogas y armas.
Luego de un repliegue parcial, a raíz del establecimientos de las Unidades de Pacificación Policial en decenas de favelas, el Comando reapareció con fuerza desde el año pasado.
La foto con la inscripción en la procesión de Corpus Christi prontamente fue posteada en Internet, causando todo tipo de repercusiones, incluso la de algunos iternautas que preguntaron como era posible tal osadía. Pronto llegó la respuesta de la Policía Militarizada que colocó otra alfombra, pero en ésta se leían las iniciales del del Vigésimo Quinto Distrito Policial Militar y la frase "Araurama es nuestra".
Debido a la crisis económica que afectó el presupuesto de seguridad y algunos casos de corrupción policiales las Unidades de Pacificación han perdido terreno en las favelas, donde volvieron a tener presencia las bandas irregulares.
El gobierno federal reconoció que esas Unidades Pacificadoras han fracasado.
El viceministro de Justicia Arterio dos Santos dijo que en esas Unidades fueron destinados policías recién formados" sin preparación para enfrentar a los narcos que conocen el terreno de las más de 700 favelas cariocas.
Por su parte, el arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta hizo un llamado a la "paz" y la "concordia", en un Río de Janeiro que está estremecido por la violencia.
La celebración de Corpus Christi, dijo el prelado, es "el momento de recordar que debemos estar atentos a las personas más frágiles, el diálogo venzan al odio y los conflictos".
El cardenal Tempesta es un religioso próximo al papa Francisco, con quien estableció una buena relación durante el viaje del Pontífice a Río de Janeiro en 2013.
El año pasado el propio cardenal fue víctima de la violencia cuando, al regresar de una misa en el Cristo Redentor, quedó atrapado en medio de una balacera entre grupos de traficantes.
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