El presidente de Brasil Michel Temer lamentó ayer que su país sea visto como un "paisucho" en el exterior, donde algunos creen que no se respetaron las instituciones.
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"Las personas creen allá afuera que éste es un, disculpen la expresión, 'paisucho', que hace las cosas sin amparo legal, sin amparo constitucional" lamentó Temer ante diplomáticos.
Para los sitios de los diarios O Globo y Folha de San Pablo esa afirmación de Temer fue una respuesta elíptica a Dilma Rousseff, quien declaró en Estados Unidos que en Brasil hubo un "golpe".
Mientras la expresidenta sostiene haber sido víctima de un "golpe", su sucesor Temer siempre ha dicho que ella fue separada del cargo por un juicio político que está contemplado en la Constitución.
Esa controversia reapareció en el discurso de este jueves en Brasilia, mientras Rousseff continuaba su gira por Estados Unidos.
"Muchas veces son llevados al exterior datos e informaciones que no coinciden con lo que está en la Constitución Federal" aseveró el mandatario durante una ceremonia organizada por la escuela de formación de diplomáticos, el Instituto Río Branco.
Posteriormente y dirigiéndose a los nuevos miembros del Servicio Exterior, Temer sostuvo que "la política externa tiene que desempeñar un papel en esa obra conjunta que es la recuperación de Brasil" y su buena imagen internacional.
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