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AMPLIARBocinas y cacerolas en la noche del feriado

Bocinas y cacerolas para la protesta contra el Gobierno en Tucumán

Con los tanques llenos de combustible para dar varias vueltas a plaza Independencia un nutrido grupo de automovilistas protestaron contra las medidas económicas del gobierno nacional. Una cadena de mails y de mensajes de textos organizaron la convocatoria. Embotellamiento en YerbaBuena.

Mujeres y jóvenes trepados en lujosas camionetas 4x4 golpeando cacerolas acompañaban la ruidosa movilización.

Una cadena de mail y mensajes de textos con leyendas como “A las 20 en todo el pais bocinazos y cacerolazos y apagon de 15 minutos para pedir un basta cristina”, recorrió casillas de correos y teléfonos celulares. Reclamos similares se generalizaron en varios lugares del país.

La columna principal de vehículos partió desde los barrios privados de Yerba Buena por lo que se produjo un impresionante embotellamiento que abarcó 500 metros a la altura de El Cristo. Los manifestantes, se plegaron a los llegados desde el Barrio Norte. Ambas columnas fueron recibidas con cacerolas desde los edificios céntricos.

No hubo oradores, sólo se instalaron frente a Casa de Gobierno para hacer sonar sus bocinas, mientras uno que otro dirigente agrario, mezclado con representantes de agrupaciones políticas de la oposición, oficiaron de voceros circunstanciales ante los medios periodísticos.

Luego de protagonizar casi dos horas de protesta, los autos y camionetas, que rodearon el principal paseo público de la capital tucumana, se desconcentraron. Al hacerlo en forma simultánea, nuevamente el tránsito por la Avenida Aconquija, quedó embotellado.

El único incidente fue el protagonizado por un grupo de jóvenes del peronismo que por espacio de unos minutos interrumpieron la caravana en 24 de Septiembre y Muñecas. Luego de cantar consignas a favor del gobierno nacional, se desconcentraron. Los automovilistas, mientras los jóvenes entonaban sus cánticos, hacían sonar bocinas y cacerolas, ante la atenta mirada de varios efectivos policiales.

Isauro Martínez