El ministro Roberto Barroso, del Supremo Tribunal Federal, propuso elecciones directas en caso de que Michel Temer sea separado del cargo por cobrar 34 millones de dólares de Odebrecht.
Detalles.
Barroso es el juez instructor de una causa abierta en el Supremo sobre como se elegiría al futuro presidente en caso de que Temer se obligado a dejar la Presidencia en el proceso ante el cual es sospechado de corrupción electoral.
El gobierno y sus aliados sostienen que si el mandatario fuera hallado culpable de cobrar dinero ilegal de Odebrecht el paso siguiente sería realizar comicios indirectos, a cargo del Congreso, porque así lo establece la Constitución.
Barroso considera en cambio que se debe aplicar el nuevo Código Electoral, de 2015, en el que se establece la realización de elecciones generales.
Así lo afirmó el magistrado durante un encuentro con empresarios preocupados con la inestabilidad política y la crisis económica, reportó hoy el sitio de la revista Veja.
En el ámbito empresarial hay un consenso a favor de la continuidad de Temer y evitar más sobresaltos. Los inversores estiman que la salida del presidente sería motivo de incertidumbre y más aún el llamado a comicios directos.
Por lo pronto Temer y la expresidenta Dilma Rousseff son sospechados de graves irregularidades en las elecciones de 2014, las cuales comenzaron a ser juzgadas el martes último por el Tribunal Superior Electoral.
Según los analistas, la inestabilidad política se va agravando a medida que se genera incertidumbre sobre los fallos de la Justicia: estos dos elementos, concluyen, contaminan el panorama económico.
Brasil sufrió recesiones del 3,8% en 2015 y 3,5% en 2016. El crecimiento será de apenas el 0,5% en 2017, según estimaciones oficiales publicadas la semana pasada. En 2016, el Ministerio de Hacienda llegó a sugerir que en 2017 el Producto Bruto Interno podría crecer cerca del 2%.
El complicado cuadro jurídico, la modesta expansión económica y la crisis política que enfrenta Temer, hacen que se ponga en duda su capacidad de aprobar en el Congreso la reforma previsional, un proyecto apoyado por los privados.
Todo estos elementos políticos y jurídicos se traducían ayer a la tarde en una baja del 1,1 % de la Bolsa de Valores de San Pablo.
Según el sitio del diario O Globo los inversores operaban intranquilos ante una aparente debilidad del presidente que cedió a presiones para modificar su proyecto reforma jubilatoria.
"Después de la baja del 1,5% dedel miercoles, ayer, Bovespa (Bolsa San Pablo) volvía a caer mostrando preocupación sobre la Previsión" publicó O Globo a media tarde de ayer.
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