Ante un estadio colmado, Atlético cayó 2-1 ante la Academia cordobesa. Las imprecisiones les jugó una mala pasada a los de Solari. Para el local convirtió Velardez, en dos oportunidades. Descontó Sarría en el complemento. El domingo se define en el Monumental.
A pesar del resultado adverso la diferencia es mínima, las chances están intactas.
Nueva Italia era una locura, la cantidad de público desbordó la tribuna. Cerca de 4.000 decanos llegaron a Córdoba para presenciar la primera final. El clima era abrumador. Con este panorama no se esperaba otra cosa que un cotejo difícil, trabado, una final con todas las letras.
A solo 3 minutos, Longo había mandado un centro para Hernández que no pudo concretar de cabeza. Sin embargo en los primero 15 minutos Racing manejaba los tiempos. Pero Atlético reaccionó, la tomó Hernández, la aguantó por izquierda se la puso a Álvarez que remató a las manos del buen arquero cordobés.
En el mejor momento de Atlético, cuando lo estaba metiendo a Racing en su propio campo llegó una jugada desafortunada. Mazzón interpretó mano de Bressán. Penal que Velardez cambió por gol.
El conjunto tucumano estaba impreciso, no manejaban el medio campo. Ambos bandos una fiesta aparte, por momentos se escuchaba el clásico ”pongan huevos, que ganamos”.
En el complemento seguían las imprecisiones en el Decano. Fundamentalmente en Bressán, durante todo el partido Velardez le ganó cada duelo. Racing manejaba el esférico y abría la cancha. A los 9 minutos Bergese se fue por derecha, tiró el centro a ras del piso, la bocha transitó el área chica, nadie para tocarla. A los 14, Ischuk se la tapaba a Peirone.
Recién a los 16, llegó la visita. Tiro libre por derecha, Longo disparó al arco, la sacó Dei Rossi. Velardez salió de contra, eludió a varios rivales, la tocó, se la devolvieron al sector izquierdo y dentro del área, definió por lo bajo, cara interna del botín derecho, al palo izquierdo de Ischuk que nada pudo hacer.
Hacía falta un cambio, algo no estaba bien. Por eso Solari decidió que López reemplazara a Bressán. Verón fue al lugar del defensor y el “arenero” acompañó a Erroz, lo cual generó más movilidad en el medio campo.
De a poco el Decano comenzó hacer el buen juego que conoce. 26 minutos, centro de Longo, Álvarez se la bajó en el punto del penal a Capé, la mató con zurda, la acomodó para la derecha y con total frialdad y sutileza puso el 2-1. La tranquilidad volvía a la parcialidad local, y ya se oía “dale de...”.
Faltando 15 minutos para el final entró Rodríguez remplazó a Álvarez. Sobre el final Sarría le puso una pelota bárbara al Pulga, dentro del área, por izquierda, definió suave para que la bocha bese el primer palo.
Los de 25 de mayo y Chile no mostraron la solvencia acostumbrada. Bressán tuvo una noche para el olvido. Erroz no fue el de siempre al igual que Hernández, sin embargo el equipo no jugó mal y la mínima ventaja se puede remontar el domingo en el Monumental, ante más de 25.000 personas.
Sebastián Ganzburg
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