El ministerio Público Federal de Brasil confirmó ayer que continúan las investigaciones sobre presuntas irregularidades en los negocios inmobiliarios de Donald Trump en Río de Janeiro.
Detalles.
Empresas del magnate y candidato republicano a la Casa Blanca están en la mira de la justicia brasileña por presuntas anomalías en la construcción de un lujoso hotel en Río de Janeiro. Miembros del Ministerio Público y la Policía Federal llevan adelante el "Operativo Greenfield" que puso la lupa en la supuesta desviación de fondos de la previsión social para la construcción del Trump Hotel, una obra rodeada de polémicas.
Según trascendió en medios locales, esas investigaciones tienen algunos puntos de contacto con otras sobre las millonarias estafas del ex jefe de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, encarcelado el mes pasado.
En 2013, el hijo del candidato republicano, Donald Trump Junior, viajó a la "Ciudad Maravillosa" donde fue recibido por el alcalde carioca Eduardo Paes con quien acordó la construcción de un complejo hotelero para los Juegos Olímpicos.
Trump Junior prometió que esa obra sería sólo la primera de muchas que vendrían luego puesto que su padre había escogido a Brasil como el destino de inversiones por miles de millones de dólares.
Pero los anuncios no se cumplieron y el Trump Hotel fue abierto parcialmente durante las Olimpíadas celebradas en Río hace dos meses.
Según informó el diario Folha de San Pablo, el hotel deja bastante que desear, ya que durante los Juegos los pasajeros tuvieron que atravesar algunos andamios y las piscinas no estaban habilitadas.
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