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AMPLIARIsabel Allende, jefa del partido socialista

Hija de Salvador Allende desiste eventual carrera presidencial

La senadora Isabel Allende desistió de cualquier precandidatura presidencial para suceder a Michelle Bachelet en La Moneda y aclaró que se concentrará en su cargo de presidenta del Partido Socialista.

Detalles.

La hija del extinto presidente Salvador Allende (1970-1973) emitió una declaración pública, donde recordó que "hace algunos meses atrás puse mi nombre a disposición de mi partido para una eventual candidatura presidencial de los socialistas en el seno de nuestra coalición política".

Añadió que "luego de una profunda reflexión he decidido no persistir en esta disposición" y aclaró que su determinación "no está asociada a la adhesión a candidatura alguna" de cara a los comicios presidenciales de noviembre de 2017.

La legisladora puntualizó esta noche que se dedicará a "mis tareas de presidenta del Partido Socialista, una de las cuales es generar un mecanismo democrático para definir nuestra candidatura para los próximos comicios" enfatizando que "mi rol será garantizar la unidad del Partido Socialista".

A trece meses de los comicios presidenciales, a la precandidatura de Allende, se sumó el ex canciller y ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y el del ex presidente Ricardo Lagos (78), de doble militancia en los partidos Por la Democracia (el cual fundó en los años 80) y Socialista. El ex mandatario se autoproclamó precandidato presidencial el pasado 4 de septiembre, e inició una fuerte campaña para convertirse en el representante de ambos partidos en las primarias de la Nueva Mayoría.

Sin embargo, los malos resultados en las elecciones municipales del pasado domingo tensionó al bloque oficialista de centro izquierda que, por primera vez en 24 años, eligió dos alcaldes menos que la alianza opositora de derecha. La Democracia Cristiana -principal partido de la coalición- se marginó al día siguiente del tradicional comité político en La Moneda y se mantiene en su postura de exigir "ser escuchados" y presionar al gobierno de Bachelet a realizar cambios profundos en su gabinete.