La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, durante un acto realizado en La Matanza, dijo que "sólo aquellos que tienen tanta renta acumulada pueden darse el lujo de no trabajar por tres meses", al tiempo que pidió "pensar un poco más en los que menos tienen y no tanto en nosotros mismos".
Minutos antes, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, había dicho que "con la comida no se jode".
"Yo me pregunto qué trabajador, qué comerciante, qué empresario por más grande que sea puede estar 90 días sin trabajar. Solamente los que han acumulado mucha renta y mucha riqueza, el resto tiene que salir a trabajar", señaló Cristina.
Fue al encabezar un acto en la localidad de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza, donde dejó inaugurada una nueva red de agua potable que beneficiará, a unos 183 mil vecinos de ese partido y unos 60 mil en Rafael Castillo.
En uno de los tramos más aplaudidos de su discurso, la Presidenta dijo que "queremos que la leche, el pan, la carne, la fruta, las verduras, puedan llegar a la mesa de todos los argentinos a precios que los argentinos puedan pagar y no a los precios que nos pagan en el exterior".
En otro momento, sostuvo "pese a aquellas profecías de algunos que nos decían que no podíamos, hoy estamos demostrando que seguimos creciendo y hemos derrotado a esas profecías".
Cristina recordó luego que "cuando veníamos a La Matanza hace algunos años un millón de personas carecía de agua potable y el 55% de los matanceros no tenía trabajo" y agregó que "era ese pueblo el que sólo venía a brindarnos su afecto, su confianza".
"Hay que pensar -agregó la Presidenta- que muchas veces los que menos tienen, los mas humildes, serían lo más obligados a descreer, a gritar, a protestar o a tirar una piedra, y sin embargo son los que tendieron una mano solidaria y pusieron el hombro para levantar a la Argentina", subrayó.
Cristina, que estuvo precedida en el uso de la palabra por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dijo que "siento que hoy, cuando venimos aquí a La Matanza a dar agua potable estamos haciendo algo para cambiarle la vida a la gente; el agua es algo que todos los argentinos tienen el derecho a tener".
Agregó que "entonces hoy con estas obras 183 mil habitantes, 183 mil argentinos, van a poder abrir la canilla de su casa y acceder al agua potable".
En ese sentido, la jefa de Estado recalcó que "esto tal vez no sea importante para algunos que toda la vida vivieron en una casa confortable y no solamente tuvieron agua potable sino además gas, electricidad y agua caliente".
"Este plan de agua potable que estamos construyendo hoy junto a trabajadoras y cooperativistas es un plan de agua potable más trabajo y tiende no sólo a dar agua a los matanceros sino también a organizar a aquellos que aún no han podido conseguir trabajo a través de cooperativas para ayudar a los demás", dijo.
Al recordar una de las primeras veces que estuvo en La Matanza, Cristina dijo que "siento entonces que desde aquél día en el que vinimos aquí nos comprometimos con todos ustedes a hacer los esfuerzos que todo dirigente político debe hacer, que es cambiar la vida de la gente".
"Si no logramos cambiar la vida de la gente toda gestión será inútil. Siento entonces al abrir esta canilla de agua que estamos empezando a cumplir ese compromiso", enfatizó.
Por otra parte, indicó: "Se me vienen a la mente las imágenes que veía yo, hoy tal vez por los medios, de leche derramada, de leche que corría como arroyos, y la comparo con esta agua de hoy". "Y entonces digo: argentinos y argentinas, a todos, por favor, en nombre de los que todavía no tienen agua potable, en nombre de los que no tienen trabajo, en nombre de los que no tienen casa y todavía tienen hambre, por favor, pensar en todos ellos un poco más y un poco menos en nosotros mismos".
También aclaró que "cuando uno es presidente debe gobernar para todos los argentinos, pero también tiene que tomar decisiones que ayuden a que los que más tienen puedan contribuir para que los que menos tienen vivan cada día un poco mejor".
"Queremos -enfatizó- que esa riqueza que genera también este modelo macroeconómico a que nuestros productores, nuestros industriales, puedan ganar mercado, puedan ganar plata, sirvan también a los argentinos para hacer una sociedad más inclusiva, más justa, más sustentable socialmente".
En otro de los tramos del discurso, Fernández de Kirchner recordó "a esa Argentina de la locura y del infierno, donde los pobres se enfrentaban contra los pobres, donde los que habían tenido un poco más de suerte golpeaban en las puertas de los bancos para que les devolvieran los ahorros, cuando muchos vieron cerrar sus fábricas y sus comercios".
Y de inmediato llamó a la multitud a que "miren un instante, un sólo minuto y reflexionen sobre lo que hemos logrado en estos años, cómo le estamos ganando a esa profecía que nos decían que los argentinos no podíamos, que no podíamos", repitió.
"Aquí pudimos demostrar, luego de cinco años, esas teorías extrañas que algunos venían a decirnos, que no podíamos producir, que mejor ser un país de servicio; acá están todos ustedes y millones de argentinos demostrando que podemos producir, que podemos trabajar, crecer y progresar", subrayó.
En ese marco, dijo que "en nombre de todo lo que hemos logrado, yo le pido a todos los argentinos, pero por sobre todas las cosas a aquéllos que mejor les ha ido, aquellos que pueden darse el lujo de estar 90 días sin trabajar".
"Lo saben ustedes matanceros, lo saben los hombres y las mujeres a lo largo y a lo ancho del país que todos los días tienen que levantarse y treparse a los trenes, a los micros, como pueden para llegar a las fábricas y a los comercios. Lo saben los comerciantes que todos los días tienen que estar viendo cómo pueden hacer nuevas cosas para tener más clientes, para tener un poco más de ganancia. Lo saben también los grandes empresarios".
Y siguió: "Yo me pregunto qué empresa automotriz, por más grande que sea, puede estar tres meses cerrada sin trabajar. Qué fábrica metalúrgica, que fábrica de aluminio, quién puede vivir tres meses sin trabajar. Solamente los que han acumulado una gran renta y un gran capital. No hay misterios ni secretos", subrayó.
Cristina dijo que "por eso, en nombre de todos los argentinos, debemos ser más solidarios. La avaricia es uno de los pecados que Dios más condena, porque dice que es la que congela el corazón de los ricos y no les deja ver el sufrimiento de los pobres"
"Yo les pido a ellos que los miren a ustedes, que miren la realidad de sus hijos, que hoy gracias al agua potable tienen un 269 % menos de posibilidades de que muera un chico de diarrea infantil", señaló.
Cristina dijo también que "voy a gobernar para todos los argentinos y en nombre de todos los argentinos, pero también quiero que sepan todos y cada uno de mis compatriotas, que mi opción siempre va a ser por los pobres, por los que menos tienen, por los que más necesitan, por los que más sufren".
Y llamó "a no desmayar, a seguir adelante, porque estamos construyendo no solamente el futuro sino también el presente". "Todos unidos juntos para derrotar la pobreza, el hambre. Juntos vamos a poder hacerlo", finalizó la Presidenta.
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