“El hombre de la casa”, de Mariano Rosa y “Bandera Roja”, de Ignacio Cavina, fueron los films, de autor independiente, proyectadas ayer en el Virla. La primera, salteña muestra el vacío existencial de un joven sin trabajo. La otra, cordobesa, es sobre un grupo de maleantes amparados por la policía.
Mañana es el último día de esta interesante muestra.
El hombre de la casa, de Mariano Rosa.
Fue ganadora del Concurso I.N.C.A.A. "13 Telefilms sobre la crisis".
Una pareja de jóvenes llegan desde Buenos Aires a Salta, sin un peso, en plena crisis económica. Una tía del muchacho les presta una vieja panadería toda destartalada. Ella decide buscar trabajo. Él, técnico electromecánico trata de acomodar un poco el desorden.
El pibe sufre un vacío existencial imperante, el mismo que se vive dentro de un lugar enorme, desordenado, sucio, casi en ruinas. A medida que transcurren los minutos, cabe destacar que es de narrativa lenta, comienza a perder la noción de realidad. Empieza a enloquecer.
Producto de su patética situación. No tiene interés por nada. Por su cabeza o por la casa, no se sabe, aparecen fantasmas que lo alteran de a poco. Este malestar degenerará en un crimen.
Película de escaso presupuesto, pero con una puesta interesante. El director, desde sus limitaciones de producción, intenta impartir suspenso, a veces logrado, otras no tanto. Sin embargo la temática de una pareja joven con conflictos existencialistas destaca a la obra. Voces en off, sonido acorde a los momentos producen un logrado ambiente.
Bandera Roja, de Ignacio Cavina.
Ganadora en el 4º Festival Nacional de Cine con Vecinos - Saladillo 2007 a: Mejor guión (Andrés Colombatti). Mención compartida a mejor producción (Ignacio Cavina). Mención compartida al mejor actor (Juan Pablo Leo). Mención al mejor director (Ignacio Cavina). Mención compartida a mejor película.
Participa, actualmente, del 6º Festival Internacional de Cine Pobre - Cuba 2008
Una historia cotidiana, que puede suceder en cualquier lugar del país. El personaje principal “pequeño” Leo está protagonizado por un ex recluso que a las pocas semanas de salir de la cárcel participó de la filmación.
Leo sale de prisión, se encuentra con un amigo y su sobrino. Ambos son “choros”, como ellos mismos se definen. Se dedican a robar autos. Lo ocultan en un lavadero donde trabajan. Están amparados por la policía.
Durante el día trabajan lavando coches, por la noche salen a afanar, siempre lo impuesto por la cana. “Pequeño” tiene algunos conflictos con una antigua pareja. En el momento de hacer las peripecias nocturnas, salen como coloquialmente se dice de “caravana”. Toman cerveza, fuman “porro” y consumen “merca”. El lenguaje en la película es el mismo que se habla en la calle con tonada cordobesa.
En definitiva se muestra a una clase social en la total marginación, cuyas oportunidades de subsistencia son prácticamente nulas.
La música es cuarteto, no podía ser otra, todo transcurre en Córdoba. Siempre voces en off. Los personajes son tan reales como verosímil. Los minutos transcurren de manera vertiginosa y logran un excelente policial.
Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff