Trece casos. Los informó el Centro de Información Judicial, CIJ, la agencia de noticias del Poder Judicial.
El informe da cuenta de los resultados de las últimas pericias genéticas practicadas por el EAAF, Equipo Argentina de Antropología Forense al conjunto de restos óseos exhumados en el Pozo de Vargas por el equipo de peritos CAMIT, por las que resultaron identificadas las siguientes personas: Ramón Benito Araya, Juan Francisco Carreras, María Cenador de Rondoletto, José Horacio Días Saravia, Luis Eduardo Falú, Alberto Eugenio Martínez, Ángel Adolfo Méndez, Osvaldo Muñoz, Jorge Osvaldo Rondoletto, Silvia Margarita Rondoletto, Ana María Sosa de Reynaga, Sosa Miguel Ángel, Víctor Hugo Sosa.
Con estas 13 últimas identificaciones, llegan a setenta y ocho (78) los casos de personas detenidas desaparecidas que han sido identificadas en el llamado Pozo de Vargas, ubicado en el límite de San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo. En estos últimos casos, todos estos detenidos desaparecidos fueron secuestrados durante 1976.
LA INVETIGACION JUDICIAL EN EL “POZO DE VARGAS”
El caso se inicia el 13 de febrero de 2002, mediante una denuncia que da cuenta que en esa localización, las fuerzas conjuntas represivas de la década del ´70 habrían arrojado cuerpos de personas denunciadas como desaparecidas .
Hacia el mes de abril de 2002 comienzan tareas de prospección arqueológica y geofísica, comprobándose en primer término la existencia de ese pozo, un antiguo proveedor de agua, emplazado en una finca particular, localizada en la Av. Francisco de Aguirre al 4000 de San Miguel de Tucumán, aunque dentro del departamento de Tafí Viejo y que antiguamente se empleara para el abastecimiento de las locomotoras a vapor que cumplían el trayecto San Miguel de Tucumán- Tafí Viejo.
A requerimiento del Juzgado n° 2 de Tucumán y con la colaboración de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, se organizó el Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de Tucumán (GIAAT), cuerpo pericial que llevaría adelante las investigaciones en esa causa, sumándose también los peritos del Laboratorio de Bioarqueología Forense.
Para fines de noviembre de 2004, se obtuvieron las primeras evidencias de restos óseos humanos, planteándose como hipótesis que el piso técnico se encontraría a 40 metros de profundidad. Hacia el mes de junio de 2006 al llegar a la profundidad de 20 metros aproximadamente se produjo el primer hallazgo de restos óseos humanos. En el año 2010, entre el mes de enero y julio, el cuerpo de peritos, concreto 10 extracciones con restos óseos humanos y material asociado. En la actualidad, la profundidad de la excavación alcanza los 32 metros aproximadamente.
Desde el año pasado, tras planteos de algunas querellas se sistematizaron las exhumaciones, a una vez por semana; a partir de este agosto, la actividad se realizará dos veces por semana. Se esa manera se busca acelerar la realización de las tareas periciales genéticas y los rescates, tanto de restos óseos humanos, como de los llamados materiales asociados entre los que se hay prendas de vestir y objetos personales que las víctimas llevaban consigo, vainas de proyectiles, entre otros.
Los cotejos de ADN de los restos óseos rescatados, se han acelerado en los últimos meses con la sistematización de las exhumaciones, lo cual ha elevado en gran medida, el número de las identificaciones. La primera de ellas se produjo en diciembre del 2011: era la del senador justicilialista Guillermo Vargas Aignasse. Cinco años más tarde, y con la nueva dirección implementada por el juez Fernando Poviña, número de identificados llega a 78.
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