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AMPLIARActivistas durante una manifestación en Lima

Mujeres luchan contra el feminicidio en Perú sin el apoyo de la justicia

En Perú, una mujer que empujó a un policía recibió seis años de cárcel. Pero un hombre que desfiguró y dejó a su pareja al borde de la muerte, fue liberado. La lucha contra el feminicidio es desigual y sin el apoyo de la justicia.

Detalles.

En lo que va del año se han registrado 54 feminicidios en el país y 118 intentos, según cifras del ministerio de La Mujer difundidas por el diario El Comercio. Y las sobrevivientes a los ataques no han visto a sus agresores sancionados en proporción al delito.

En 2012 la bailarina Lady Guillen fue golpeada hasta el hartazgo por su novio Ronny García, quien además le sacó una ceja de un mordisco y estrelló su cabeza contra la pared. Las imágenes de su rostro hinchado inundaron las portadas de los diarios y las redes sociales.

Ella se salvó. Su agresor fue capturado pero liberado tres años después por pasar demasiado tiempo sin sentencia. Luego lo condenaron a cuatro años de prisión bajo modalidad 'suspendida', es decir no es encarcelado sino que debe cumplir una serie de normas de conducta en ese período.

Guillén apeló la sentencia, pero ante la frustración de que la justicia no castigó a su agresor con medidas más fuertes, ella decidió estudiar derecho para apoyar a otras víctimas de la violencia como ella.

"Esto es violencia judicial. Debo seguir luchando, un año más de desgaste emocional ante la Corte Suprema. Eso no es justo. He venido luchando no sólo con mi proceso sino con mi tratamiento. He llorado y seguiré llorando seguro, pero no me van a vencer", dijo Guillén en una entrevista en vivo vía Facebook en la cuenta del diario Perú.21.

Bajo el lema "Ni una menos", el 13 de agosto, colectivos feministas y de la sociedad civil, han convocado a una marcha nacional para exigir justicia ante los casos de feminicidio.

- "Atacadas por la justicia" -

Otro sonado caso fue la agresión que sufrió la joven Arlette Contreras el año pasado. Un video de seguridad mostró cómo su expareja -completamente desnudo- la llevaba a rastras por el pasillo de un hotel, entre golpes y gritos.

El agresor estuvo un año preso y luego fue liberado porque, según la sentencia, solo causó "lesiones leves". La justicia, según contó Arlette, aseguró que si él hubiera tenido la intención de matarla, lo habría hecho cuando ella estaba inconsciente.

"Somos doblemente víctimas, porque somos atacadas no sólo por nuestros agresores sino por la justicia", declaró Contreras a la prensa, quien pidió garantías para su vida.

La decisión sobre Arlette ocasionó la indignación de la ciudadanía, con activistas que difundieron en las redes sociales los rostros de los jueces que liberaron a su agresor. En una caricatura en el diario El Comercio, el dibujante Andrés Edery, colocó a un juez -como si fuera el agresor- tirando de los cabellos a una mujer.

"Es indignante un fallo de esta naturaleza, cuando ha sido pública la forma en que esta joven fue ferozmente violentada y agredida, afectándose su integridad física y psicológica. El Estado en su conjunto debe dar señales claras y ejemplares contra toda forma de violencia en agravio de las mujeres" dijo el defensor del Pueblo, Eduardo Vega.

A fines de 2011 Perú aprobó la ley que incluye el delito de feminicidio en el Código Penal y lo castiga con un mínimo de 15 años de cárcel. Pero se ha recurrido poco a ella debido al desconocimiento de los jueces de cómo aplicarla, dicen expertos.

Marisol Pérez Tello, quien asumirá el ministerio de Justicia a partir del 28 de julio, con el nuevo gobierno, aseguró que el problema radica en un sistema mal elaborado de administración de justicia, que debe ser reformado.

"Hay problemas que hay que corregir (...) El sistema genera que una persona que roba una laptop termine presa 20 años y un hombre que casi mata a una mujer quede libre al año", comentó.

Según el movimiento Flora Tristán, en Perú, sólo el 25% de las mujeres agredidas acude a denunciar. Si se tiene en cuenta que son unas 100.000 denuncias al año, los casos pueden llegar a unos 400.000.

"Además del machismo, existe un desconocimiento de la ley por parte de la Justicia. De todas las agredidas, un tercio ya había denunciado su caso ante alguna autoridad, lo que quiere decir que no se hizo nada", comentó por su parte a la AFP Ivonne Macassi, coordinadora de Derechos Humanos de Flora Tristán.