AMPLIARHernández festeja el primero

01/06/2008 - Argentino A

Atlético ganó y se aseguró definir la final en casa

El Decano sigue ganado a cuanto rival se le aparezca. Ayer fue por 2-0 ante Talleres de Perico. El conjunto de Solari fue superior los 90 minutos. Anotó Hernández en la primera parte. Lo liquidó Yaya Álvarez en el complemento.

Desamparados o Racing será el rival de Atlético en la final.

Fue casi un entrenamiento. Talleres totalmente fuera de combate solo llegaba al Monumental a cumplir. El Decano más puntero que nunca quería la victoria para asegurarse la final y definirla en casa.

Con el “y ya lo ve, el que no salta no va a la B...” arrancó un partido, distendido y sin presiones. La iniciativa estuvo siempre por el lado del local. Por momentos se observaban algunas imprecisiones, sobre todo en Sarría.

Las oportunidades de convertir no tardarían en llegar. A los 6 minutos, centro de Montiglio para Bressán que cabeceó solo, en el punto del penal, a las manos de Cano. A los 10' pared entre Pulga y Capé, primero estuvo el 1. Promediando el cuarto de hora, Hernández por izquierda, la mandó pasado para el 4 que la bajó de cabeza y Sarría en el area chica definió a los guantes del arquero.

Nuevamente Hernández, luego de un tiro libre de Erroz, la peinó Verón para que el “el joven maravilla” solo, en el punto del penal, defina desviado. 22' González la tocó de taco en tres cuarto de cancha, recuperó la bocha el 8 decano, llegó hasta el área, definió ante la salida de Cano que tapó con el pecho. Paciencia, a no desesperarse, ya llegará.

Y a los 37 minutos Sarría ubicado en la media luna, se la tocó a Hernández que abrió para Montiglio, centro a media altura, travesaño de Sarría en el área chica, otro travesaño más, hasta que finalmente “Pablito” la mandó al fondo de la red, para el delirio de 25.000 almas.

Atlético era ampliamente superior. Talleres ni siquiera intentaba poner la pierna para trabar alguna bocha. Erroz muy solido en el medio, Luna y Bressán impasables. Rodríguez trataba de sorprender pero la ansiedad de convertir le jugó en contra e hizo que peque de mezquino en algunas ocasiones.

En el complemento continuó el monólogo. Parecía un partido de exhibición. El local tocaba y tocaba, hasta el cansancio. La primer llegada del Decano fue recién a los 23 minutos cuando Montiglio remató de afuera. Anteriormente la humanidad de Bressán frenó el intento del empate jujeño.

No era bueno el desarrollo del juego. Algo así como ver, salvando las distancias, un encuentro entre Argentina y Venezuela, por la superioridad entre ambos equipos.

Cuando a los 30 minutos Álvarez reemplazó a Rodríguez, los tucumanos fueron más peligrosos. Se apreciaba el oficio de un gran goleador, rápido e inteligente para despegarse de sus marcas. A los 36' Hernández la tocó en profundidad para Yaya que ingresaba por izquierda, levantó la cabeza, lo vio adelantado a Cano, se la picó pero el balón cayó en el techo del arco. Hubiera sido un lindo gol.

Finalizando el encuentro, a los 40' López reemplazó a Sarría. 3 minutos después. El Deca salió de contra con Álvarez que le metió un pelotazo cruzado de más de 40 metros, de derecha a izquierda, para López. El "arenero" se quedó en la puerta del área, la bocha se le arrimó demasiado, un amague, dos, y al tercero, lo encuentra a Yaya totalmente desmarcado, los tres defensores esperaban el remate, el recién ingresado se la tocó al goleador que definió cruzado para liquidar el pleito.

La tribuna una fiesta total. Se escuchó “no se como voy, no se como vengo...”, “ya lo ve, el que no salta no va a la B...”, entre los más coreados.

Un cotejo sin mayores sobresaltos. En donde el equipo siguió demostrando que merece otra categoría. Ahora espera en lo más alto, quién será su rival para la final dentro de 10 días. Pero antes se viene Cipolletti en Río Negro. Gane o pierda la final se define en Tucumán.

Sebastián Ganzburg