El catamarán Arquímedes, que navega las aguas del dique El Cadillal, comenzó a hundirse de forma sorpresiva esta ayer por la mañana mientras estaba amarrado en el muelle
"Creemos que se trató de un sabotaje, ya que vieron dos personas que merodeaban cerca del barco, y luego comenzó a hundirse. A las 10.30 el catamarán estaba bien, y 15 minutos después comenzó a hundirse en un costado", relató, a La Gaceta, Mario Conti, propietario de la embarcación.
El empresario destacó que no es la primera vez que la embarcación sufre atentados por parte de desconocidos. "Antes, lo han desatado y siempre le están haciendo daños", subrayó. Hizo hincapié en que es prácticamente imposible que el barco se hunda solo, porque está dividido en seis sectores, y es difícil que todos comiencen a fallar al mismo tiempo.
"Estamos trabajando con la Policía Lacustre para ver cómo lo reflotamos. Creemos que no será complicado, ya que está volcado sólo de un lado. Mañana colocaremos bolsas de aire en los compartimientos para subirlo nuevamente", concluyó Conti.
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