Luego de dos sesiones que la Cámara alta dedicó a tratar el proyecto de ley que asegura mayor participación de las mujeres en los órganos de gobierno, finalmente en la tercera se llegó a un consenso y el proyecto fue sancionado.
Ahora pasa a Diputados. "Continuando con la lista de oradores, tiene la palabra el señor senador Gargano", sentenció Rodolfo Nin al levantarse el cuarto intermedio votado en la sesión del miércoles de la semana pasada.
Con su voz grave y clara, el popular Polo dedicó buena parte de su elocución a una reseña histórica de la condición de la mujer, de su evolución y de los logros obtenidos en los últimos tiempos. Dijo el ex canciller exhibiendo su capacidad para hacer juegos de palabras: "No vivimos una época de cambios sino un cambio de época", en alusión al ninguneo de que fueron víctimas las féminas desde tiempos inmemoriales y la nueva realidad que las muestra desempeñando profesiones y oficios de alto nivel científico y tecnológico.
Acusó al sexo masculino de ser el responsable de la postergación de las mujeres en la vida política, pues la sociedad está organizada de modo tal que los hombres puedan dominarla. Se refirió también al heroísmo demostrado por las militantes que desde fines del siglo XIX lucharon por sus derechos.
En cuanto al proyecto en discusión, reconoció que es "timorato" ya que sólo asegura un tercio de participación femenina en las listas. No obstante, anunció que lo votaría a pesar de sus limitaciones pues abre una brecha en la muralla machista, un acelerador que no se detendrá.
En el lugar de Julio M. Sanguinetti se hallaba apoltronado su suplente, el diputado Washington Abdala, quien en seguida se anotó para hablar en defensa del proyecto de ley. Afirmó que el Partido Colorado ha venido luchando desde siempre por los derechos de las mujeres, y que él mismo, en ocasiones, había debido integrar la bancada femenina en representación de su partido. Hombre moderno, ahora que dice, el Washington. Consideró que la norma en discusión recorre el camino que la sociedad uruguaya viene recorriendo, no obstante su inocultable componente machista, que ha hecho de la mujer un objeto.
A continuación, Nora Castro supliendo al "Ñato" Huidobro también expuso su punto de vista al respecto aclarando que hablaba a título personal. Sostuvo que el proyecto intenta darle solución a un problema viejo que es en realidad un problema de poder, y que, aunque es contraria a la cuotificación a secas, igualmente votaría el proyecto. Se dedicó luego a analizar y demoler algunas afirmaciones, como por ejemplo la que sostiene que el problema se resuelve mediante la educación.
Al respecto señaló que mal puede resolver el problema la educación pues ella es reproductora de la discriminación. Vino el turno de Isaac Alfie, quien reconoció que votar en contra del proyecto no es "políticamente correcto", pero que votaría de acuerdo a su conciencia. Sostuvo que el proyecto es contrario a la igualdad, y que le "haría un agravio a las mujeres de mi familia si lo votara, porque las estaría denigrando en su capacidad". Señaló que la equidad no se establece por ley y que hay que mejorar las oportunidades pero no imponer cuotas.
Su correligionario Amaro no vaciló en advertir que al votar el proyecto se va a cometer un desastre.
"Es una verdadera payasada", afirmó con vehemencia el veterano dirigente quincista.
Carlos Baráibar sumó su voz al coro pro feminista, consideró que la norma va en la línea de ampliar la participación de las mujeres en la vida política, y leyó una declaración del taller de género que funcionó en el Foro de San Pablo que va en el mismo sentido. Walter Campanella (supliendo a Julio Lara) expresó su satisfacción por la discusión del tema y consideró que sigue habiendo una "brutal discriminación contra las mujeres, y sobre todo, de las mujeres de bajos recursos".
A todo esto se pidió un cuarto intermedio de media hora para que las bancadas blanca y oficialista afinaran y superaran los últimos detalles para votar un proyecto conjunto. Levantado el cuarto intermedio, el correntoso Gallinal anunció, finalmente, que había un proyecto común alternativo que recoge aspiraciones de su bancada y que fue en definitiva el que se aprobó por 28 votos en 30 presentes. Votaron a favor los 17 senadores del FA, el forista Abdala y diez senadores blancos (Moreira había sufrido una pequeña indisposición y faltó con aviso, pero Gallinal se había ocupado de dejar sentado que el ex intendente coloniense acompañaba el proyecto). En fin, un sano ejemplo de que es posible lograr acuerdos interpartidarios.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff