Estrenada en 1989. Es una tragicomedia, con interesantes toques de humor. La musicalización a cargo de Goran Bregovic es excepcional. Por este film Kusturika fue galardonado como mejor director en Cannes. Se puede conseguir en DVD, en videos club o lugares de ventas.
Nuestra opinión: Muy buena.
Título: Tiempo de Gitanos. Dirección: Emir Kusturica. Producción: Mirza Pasic y Harry Saltzman. Guión: Emir Kusturica y Gordan Mihic. Música: Goran Bregovic. Reparto: Davor Dujmovic, Bora Todorovic, Ljubica Adzovic, Silonicka Trpkova,Zabit Memedov, Husnija Hasimovic, Elvira Sali. País: Yugoslavia. Año: 1988. Duración: 142 minutos. Idioma: Romaní.
Sin duda Emir Kusturica es uno de los directores de cine europeo más originales. Sus películas se caracterizan por tener excelentes bandas de sonido, temáticas con amplio contenido social y político, siempre centrándose en la realidad de los países de la ex Yugoslavia. El Tiempo de lo gitanos, no es la excepción.
En un lugar poblado de gitanos e inundado por la pobreza, vive el joven Perhan, enamorado de Azra. La madre de la muchacha no tiene intenciones que su hija se case con lo que ella define: un bastardo de soldado. El pibe pasa sus días con su abuela, la típica bruja gitana, portadora de una personalidad interesante. Es buena, honesta pero demasiada complaciente con el delincuente de su hijo, el Tío del chico.
Un hombre que roza lo grotesco, amante del juego y de las mujeres. No tiene un mínimo de responsabilidad. En esos días llega Ahmed, el "jeque de los gitanos", solicitando que la vieja cure a su pequeño hijo. A cambio el hombre decide llevar a Danira, la nieta, a Liubliana, para que la curen de su enfermedad, su hermano Perhan la acompaña.
Ahmed resulta ser un delincuente de delitos menores, explota al muchacho, luego a la hermana y a un sin número de niños, obligándolos a pedir limosnas, o roben, etc. De a poco, Perhan pasará de ser un gitano bueno a un gitano cuasi mafioso. El escenario pasa del campo a la urbanidad de Italia.
Además de un excelente guión, donde se muestra la marginalidad de las tribus gitanas y la pobreza en la que están sumergidos, el director elige hacer una narración, surrealista en algunos pasajes, de realismo maravillo en otros, utilizando siempre elementos simbolistas, como un pavo que se pasea durante toda la película.
Otro elemento para sacarse el sombrero es la musicalización a cargo de Goran Bregovic. El tema folclórico elegido es Ederlezi, a veces interpretado por el protagonista, a través de un acordeón.
Cada personaje está minuciosamente elegido por Kusturica, interpretados por actores no profesionales que le dan un encanto especial, cercano al neorrealismo italiano.
Las escenas portan una calidad artística impecable. Al azar, se me viene a la cabeza, aquel momento cuando el hijo de la abuela, amarra una punta de un cable a la casa, el otro extremo lo ata a una camioneta, hace pasar el cable por otro que está tendido en forma perpendicular y la estructura de la casa queda colgando, bajo la amenaza que su madre le de dinero para pagarle cierta deuda a la mafia. Una belleza e ingenio pocas veces visto en el cine.
Sebastián
Ganzburg
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