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AMPLIARFrancisco habla ante una multitud en San Pedro

Francisco critica precariedad laboral de Call Center

El papa Francisco dijo ayer estar "cerca" de "tantas familias preocupadas por el problema del trabajo" y criticó la precariedad de los llamados call center, durante el rezo del Regina Coeli.

Detalles.

Como siempre está del lado de los últimos, sean refugiados en Lesbos o Lampedusa o jóvenes, tantos y no sólo italianos, que para no estar desocupados trabajan en los "call center", muchas veces sin gozar de todos los derechos.

Jorge Mario Bergoglio se expresó en contra del trabajo precario al afirmar "estoy cerca de tantas familias preocupadas por el problema del trabajo".

"Pienso en particular en la situación precaria de los trabajadores italianos de los Call Center; auguro que sobre todo prevalezca siempre la dignidad de la persona humana y no los intereses particulares".

Para los sindicatos italianos, es positivo la alusión hecha por Francisco a la "situación precaria" de los trabajadores de los centros de llamados telefónicos para vender servicios varios, porque "no se trata más de un trabajito, para tantas familias se convirtió en el trabajo principal".

Massimo Cestaro, secretario general del Slc-Cgil, comentando las palabras de Francisco, recordó que los casos más recientes terminaron bajo la atención del gobierno, y seguro también sobre el escritorio del Papa, es decir, las crisis de las empresas Almaviva y Gepin, con miles de puestos en riesgo sobre todo en Sicilia.

Para Cestaro, son sólo "la punta del iceberg" de un sector en dificultad. El dirigente gremial dijo que el mercado de los call center en este período está en una "situación de pulverización insostenible", que hace más difícil calcular el número de los empleados.

No obstante, se habla de 80 mil trabajadores, "la mitad en el sector de las telecomunicaciones, siguiendo con los bancos y la energía", precisó Cestaro. "Este Pontífice es un verdadero filántropo. Su mensaje es fuerte, Como trabajador, lo aprecio y espero que pueda llegar al corazón de las personas y que nuestra dignidad prevalezca sobre los intereses", dijo Francesco Volpe, 43 años, empleado de Almaviva y con una hija de cuatro años.

Volpe agregó que "detrás del drama de los trabajadores de Almaviva existen sólo intereses económicos". Hace un mes la empresa anunció 3.000 despidos en las ciudades de Palermo, Roma y Nápoles.