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AMPLIARPedemonte

Buscan controlar la explosión demográfica en el pedemonte tucumano

En los últimos cinco años se sumaron 40 mil nuevos habitantes al área metropolitana. Especialistas de la UNT trabajan para regular con urgencia el crecimiento desordenado.

  La necesidad de establecer un control al crecimiento de las ciudades en nuestra provincia no es tema nuevo, sobre todo en el área metropolitana. En los últimos 20 años, Tucumán ha experimentado una expansión sin pausa que se ha visto acentuada entre el 2010 y 2015 con la presencia de más de 40 mil nuevos habitantes que se sumaron al tejido urbano de municipios como Yerba Buena, Tafí Viejo y comunas rurales como Manantial, San José y La Rinconada.
Son los destinos preferidos para el emplazamiento de grandes parcelas residenciales, ocupadas en su mayoria por cuntrys y barrios cerrados, que representan casi el 30 % de la expansión urbanística.

El problema es que ésto genera un cambio en el uso de suelo. Donde antes había áreas de bosque o zonas productivas de cultivo, hoy existen urbanizaciones cerradas que se multiplican, por lo tanto la creciente saturación de los suelos, que no son capaces de realizar la correcta absorción del agua, generan inundaciones y el desborde de los sistemas de desague en temporadas de intensas lluvias.

La Unidad Ejecutora del Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales de la Facultad de Arquitectura de la UNT (OFUT-FAU) junto a funcionarios de las municipalidades y comunas rurales afectadas analizan con preocupación el tema e intentan alcanzar acuerdos comunes para controlar la situación en el marco del Programa de Desarrollo de Áreas Metropolitanas (DAMI), proyecto financiado por el BID.

"Existen cinco modelos de ocupación del espacio terriotrial: Grandes Parcelas Residenciales (cuntrys o barrios cerrados); loteo formal (barrios que no son cerrados y se incorporan al loteo de la ciudad); vacíos ubanos; villas y asentamientos; y viviendas sociales (emprendimietnos habitacionales realizados por organismos del estado como el IPV por ejemplo). Sin dudas los que llevan la vanguardia son los barrios cerrados, que se han asentado sobre más de 1000 hectareas entre Yerba Buena y Tafí Viejo", relata el Arq. Rafael Caminos, miembro de la consultora que dirije el proceso de trabajo.

"Nuestros objetivos son especificos y tienen que ver con orientar el desarrollo físico funcional y paisajístico ambiental del área metropolitano con una visión prospectiva que maximice el uso de sus recursos y minimice los costos de funcionamiento. Además queremos consolidar la identidad local de los municipios y comunas que forman parte de ese sector de la provincia", resumió.

Marta Casares, es arquitecta y dirige el Instituto de Planeamiento de la FAU. Pero también coordina el grupo de trabajo del Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales de la FAU. Para la especialista es necesario "actuar de modo urgente sobre el proceso de cambio y transformación territorial" y pone el acento en el trabajo de gestión y control en las comunas rurales. "Son sectores que estan en constante tensión. Tanto que han llegado a poner en riesgo la calidad de vida de la pobación tradicional del lugar".

Según explica Casares, el problema va más allá del crecimiento desordenado. La cuestión apunta a garatizar las condiciones de habitabilidad mínimas en una ciudad. "Acá está corriendo riesgo la vida. Si seguimos con estas situaciones de avance descontrolado se generan condiciones críticas porque aumentan las áreas inundables, se produce una pérdida de biodiversidad y hay mal uso de los recursos naturales".

El proyecto impulsado por la Facultad de Arquitectura intenta regular de manera conjunta para encontrar pautas comunes, acuerdos y mecanismos asociativos que permitan llevar adelante la gestión integral del territorio. Por eso se solicitó la participación de referentes del gobierno de la provincia. Rodrigo Alderete, Subsecretario de Paneamiento de Tucumán, quien participó del ecnuentro, asegura que la situación es compleja aunque señaló la voluntad de avanzar en esa dirección. "Hay muchos actores involucrados, políticos, sociales, empesariales y particulares. Si bien existe mucha normativa vigente que ampara este proceso, la idea es generar una mesa de diálogo donde toda esa regulación pueda ser respetada y puesta a punto".