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AMPLIARCristián Contreras, obispo de Melipilla con los periodistas

Iglesia Católica chilena lanza advertencia al Senado por aborto

La Iglesia Católica chilena llamó al Senado a volver a estudiar "en profundidad" el proyecto de despenalización del aborto luego que el jueves fuera aprobado por mayoría por la Cámara de Diputados, algo que el clero consideró una "ofensa a la dignidad".

En una declaración pública leída por el secretario general, Cristián Contreras, los obispos consideraron la iniciativa aprobada una "agresión" y "ofensa" contra la dignidad del ser humano.

En el primer punto afirmaron que en los diputados primó "una trágica expresión de la "cultura del descarte", en que los excluidos son considerados desechos "sobrantes" de la sociedad, como lo llama el papa Francisco". Agradecieron a los legisladores que votaron en contra bajo el argumento de "la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. Su testimonio es una expresión de coherencia que ennoblece el trabajo legislativo".

El Comité Permanente del Episcopado junto con llamar a los senadores -donde pasó la iniciativa- a estudiar en profundidad el proyecto, señaló que "más que abortos, nuestra sociedad, entre otras medidas, necesita la creación de unidades de acompañamiento a las mujeres con embarazos difíciles en todos los centros de salud, de salvar siempre ambas vidas y agilizar los itinerarios de adopción".

En consideración de la cercanía de la Semana Santa, los obispos invitaron "a mantener firme la esperanza y a trabajar con más fuerza y decisión para que la vida y la dignidad de cada ser humano sea respetada siempre". "Esta es la hora de intensificar la oración por nuestra Patria y sus legisladores y de realizar las acciones legítimas que sean necesarias para asegurar que toda criatura humana tenga la posibilidad de desarrollarse en plenitud y ser feliz", completaron.

Chile es uno de los cinco Estados donde está penalizado el aborto en cualquier circunstancia, lo que el proyecto del gobierno de la médica pediatra Michelle Bachelet apunta a corregir con la Ley de despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo bajo tres causales: peligro de vida de la madre; inviabilidad fetal y violación.

El país contó con una ley de aborto terapéutico entre 1931 hasta 1989, año en que la dictadura cívico militar la eliminó y repuso una de las normas más restrictivas en el mundo para las mujeres embarazadas.