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AMPLIAREl destino de Lula y Dilma está atado

Juez suspende nombramiento de Lula y se profundiza la crisis politica

Crisis de consecuencias imprevisibles en Brasil donde el ex presidente Lula Inácio Lula da Silva asumió ayer como jefe de gabinete en acto encabezado por la jefa de estado Dilma Rousseff, pero la justicia anuló su asunción alegando que intenta escapar al proceso por corrupción en Petrobras.

La tensión quedó graficada en los enfrentamientos que se desataron enfrente de la sede de gobierno.

Lula da Silva, que gobernó entre 2003 y 2010, fue puestos en funciones por Rousseff poco después de las 11 hora local (15 GMT) en una ceremonia realizada en el Palacio del Planalto colmado de funcionarios y militantes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

En un discurso de tono enérgico Rousseff dijo sentirse "orgullosa" de tener la oportunidad de "traer (a su gabinete) al mayor líder político del país". "Sea bienvenido querido ministro Lula", aseveró.

También elogió a su padrino político como un "estadista" y prometió que junto al nuevo ministro Jefe de la Casa Civil el gobierno enfrentará las "trampas" de quienes quieren provocar "el caos y la conmoción social, el griterío de los golpistas no va a colocar a nuestro pueblo de rodillas".

"Dilma guerrera del pueblo brasileño" y "No va a haber golpe", respondió el público en enfervorizado canto, en el Salón Noble del Palacio del Planalto.

Poco antes de iniciar su discurso un diputado opositor del partido Solidaridad irrumpió en el lacio presidencial al grito de "vergUenza, vergUenza", tras lo cual fue retirado por los agentes de seguridad.

Pero la designación de Lula fue suspendida hoy por un juez federal de Brasilia que consideró que Rousseff incurrió en "improbidad administrativa", pues su intención fue que el nuevo ministro tenga foro privilegiado. 

El juez Itagiba Catta Preta Neto, de la primera instancia federal de Brasilia, "suspendió" la designación en un escrito donde sostiene que la situación es "compleja y grave", ya que el ex mandatario, indicó, al parecer fue designado por Rousseff para quedar dotarlo de foro privilegiado y escapar de la jurisdicción del juez federal Sergio Moro, que lo investiga por el caso "Petrolao".

El abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo, anunció ayer que apelará la decisión del magistrado de la Cuarta Sala Federal de Brasilia.

Paralelamente el ministro Teori Zavaski, miembro del Supremo Tribunal Federal, recibió hoy un pedido de medida cautelar del partido opositor Partido Socialista contra el nombramiento de Lula.

Por otra parte en su discurso de hoy en el Planalto la mandataria dijo que la llegada del líder del PT al gabinete "muestra lo engañado que están aquellos que apostaron en nuestra separación".

"Siempre estuvimos juntos con Lula, tenemos en común la conciencia de un proyecto para Brasil que mira sobre todo para su pueblo" en lo que fue un aparente desmentido a rumores sobre divergencias entre ambos.

Divergencias que se habrían agravado en las últimas semana cuando Lula exigió revisar la política económica para aplicar un plan con más gasto social y crédito para el consumo popular.

El tramo más vehemente del discurso de Rousseff lo dedicó, sin nombrarlo, al juez Sergio Moro que investiga a Lula.

El magistrado a cargo del proceso por corrupción en Petrobras ayer grabó una conversación entre la presidenta y su nuevo ministro, que luego entregó a los medios.

La reproducción de ese audio causó repulsa en los opositores a Rousseff y Lula que hoy se manifestaron en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia, frente al Planalto, donde hubo choques con militantes petistas.

En el momento en que Lula firmaba como ministro hubo bocinazos y cacerolazos en San Pablo mientras un grupo de manifestantes continuaban bloqueando la Avenida Paulista, donde estaban en vigilia desde la noche del miércoles.

En la ceremonia donde fue la única oradora, ya que Lula no habló, Dilma atacó a Moro al decir que "no hay justicia cuando las garantías constitucionales de la propia presidenta son violadas".

"Brasil no puede ser sumiso cuando se invaden las prerrogativas constitucionales de la presidenta y... el principio de inocencia" de todo acusado, agregó la mandataria, que fue interrumpida por el publico con frases contra el juez Moro.

Rousseff afirmó que está en marcha un "intento de pasar la frontera del estado de derecho, (para establecer) un estado de excepción, estamos ante hecho grave", concluyó indignada.