Un árbitro tunecino debió interrumpir un encuentro de fútbol porque se puso a llorar, debido a los cantos que recibía desde una de las tribunas.
El protagonista de esta historia es el juez Yassine Yarrouche, que no soportó las agresiones de la hinchada y comenzó a llorar en pleno encuentro.
Se tuvo que secar las lágrimas de sus ojos y los futbolistas de ambos equipos se acercaron a consolarlo. El hecho ocurrió en el triunfo 1-0 de Club Athlétique Bizertin ante Avenir Sportif de la Marsa.
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