El presidente brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva, arremetió contra los países europeos por responsabilizar al Brasil de la suba del precio de los alimentos y, en cambio, no decir nada en la Cumbre de Lima de la escalada del precio del petróleo ni de la crisis inmobiliaria de los Estados Unidos de América.
"Ahora nosotros somos los responsables del aumento de los precios de los alimentos, pero ayer no vi a ningún compañero europeo criticar el aumento del precio del petróleo", dijo.
Lula, quien realizó una visita de estado al Perú, hizo estos comentarios durante la inauguración del II Seminario Oportunidades de Comercio e Inversiones entre los dos países, apenas doce horas después del fin de la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, celebrada en Lima.
"A mí me pareció extraño que ningún europeo hablase ayer de la crisis 'subprime' (créditos hipotecarios de alto riesgo) y la verdad es que los bancos europeos también tuvieron pérdidas muy grandes", agregó.
Ante más de 200 empresarios brasileros y peruanos, el mandatario brasilero ironizó diciendo que si la crisis hubiese sido en un país suramericano, el "Banco Mundial ya habría convocado ochenta reuniones".
"Nadie quiere discutir las consecuencias del precio del petróleo y su repercusión en el precio de los fertilizantes para la agricultura y en el transporte de la comida que producimos, quieren decir que es el biodiesel", agregó Lula, quien subrayó que los biocombustibles constituyen "una inversión extraordinaria".
El presidente del Brasil afirmó que las calificadoras internacionales suben el riesgo país en las economías emergentes, pero a pesar de la recesión económica "Estados Unidos nunca se sube el riesgo país".
"Estamos preocupados por el aumento del precio de los alimentos, pero lo que hay que hacer es que cada país los produzca, como hacemos nosotros", dijo Lula, quien criticó que durante años la Unión Europea pagara a sus agricultores para que dejaran de cultivar y que mantenga fuertes subvenciones a su producción agropecuaria.
A juicio del gobernante brasilero, "Suramérica vive un momento mágico". "Yo no me acuerdo de un momento tan extraordinario de crecimiento económico, estabilidad económica y política de inclusión social", afirmó el presidente de Brasil, quien subrayó el hecho de que Perú y el Brasil hayan obtenido el grado de inversión.
Subrayó que
Brasil ha alcanzado un crecimiento solido, manteniendo baja la
inflación, expandiendo el mercado interno y reduciendo la pobreza y las
desigualdades.
Lula afirmó que la alianza estratégica entre Brasil y
Perú es un exponente del "firme compromiso de la integración
suramericana", que hasta hace unos años era impensable.
Pero todavía falta mucho por hacer, agregó el presidente brasilero, quien puso como ejemplo las "desastrosas" comunicaciones aéreas en Brasil y en Suramérica en general.
"No quiero que los empresarios aéreos piensen que el estado va a crear una empresa, pero si ellos no tienen osadía, nosotros vamos a tener que hacer algo", advirtió.
Ante los requerimientos del presidente peruano, Alan García, para que las empresas brasileras refuercen su presencia, Lula se comprometió a intensificar la inversión, que en 2007 fue de 336 millones de dólares estadounidenses, con un superávit comercial de 700 millones a favor del Brasil.
El mandatario brasilero describió al Perú como el "campeón
económico de Suramérica" por su crecimiento sostenido, que sólo en 2007
fue del 8,2%.
Según Lula, hasta hace poco Petrobras y otras empresas
brasileras padecían el "síndrome del miedo a ser grande", pero la
compañía petrolera brasilera "no puede tener miedo de ejercer el rol
que tiene que ejercer en el mundo", enfatizó.
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