Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARChoferes crucificados en catres improvisados

Paro transporte por "crucificados" en Asunción "tuvo impacto", dice Gobierno

La huelga del transporte público en el Gran Asunción en solidaridad con quince chóferes que permanecen "crucificados" en protesta por el despido de 51 de sus compañeros, "tuvo impacto pero permitió llegar a la gente al trabajo", según dijo el Ministerio de Trabajo.

El paro se extendió hasta ayer.

"La fluidez no es la de todos los días, hubo un impacto, pero permitió a la gente llegar al trabajo. Tarde pero llegaron", dijo a Efe el director de comunicación del Ministerio de Trabajo de Paraguay, José Rojas.

El paro, que está previsto que se extienda hasta el martes, sacó a la calle a un millar de huelguistas, quienes apoyados por estudiantes y algunos taxistas se concentraron frente a la Universidad Nacional de Asunción, ubicada en la ciudad de San Lorenzo, donde mantienen marchas y asambleas para programar las actividades de la jornada.

Se trata de uno de los puntos clave de acceso a la capital paraguaya desde las ciudades aledañas como la misma San Lorenzo o Mariano Roque Alonso y otras, urbes más de 200.000 habitantes y desde donde cada día miles de personas acuden a trabajar al centro de Asunción.

El Ministerio de Transporte indicó que el servicio de autobuses tiende a normalizarse a medida que transcurre la jornada y que muchas empresas retrasaron la salida de sus vehículos, para evitar amenazas de los huelguistas.

Sin embargo, la Federación Paraguaya de Trabajadores del Transporte (Fepatrat), principal convocante de la huelga, aseguró que el paro tuvo entre un 70 y 90 por ciento seguimiento, según dijeron a Efe sus dirigentes.

El Ministerio de Trabajo aseguró que aún no dispone de una cifra oficial y que está recabando información para tenerla al final del día.

Una de las principales reivindicaciones de los huelguistas es el regreso a sus puestos de trabajo de los 51 chóferes despedidos por la empresa que gestiona la línea 49, en la ciudad de Limpio, Gran Asunción.

De acuerdo con ellos, el despido se produjo después de que decidieran formar un sindicato para denunciar las condiciones inhumanas y jornadas laborales de más de 16 horas que soportaban en la empresa, cuyo dueño es el diputado Celso Maldonado, del opositor Partido Liberal.

Tras los despidos, veinte conductores de la empresa fueron clavados a cruces de madera por sus compañeros como parte de una protesta que dura unos tres meses y medio.

Catorce fueron "crucificados" en el interior de una carpa de madera instalada frente a la sede del Ministerio de Trabajo, y el resto en la parada de la línea 49, Limpio.

No obstante, las condiciones extremas y la falta de ingresos en sus familias obligaron a cinco de los "crucificados" a abandonar esa protesta extrema, explicó a Efe María Candia, miembro de la Fepatrat.

Los chóferes del transporte público también reclaman que se cumplan las ocho horas laborales y el aumento de las tarifas.