El triunfo de Fernando Lugo, electo para gobernar el Paraguay desde el 15 de agosto próximo hasta el 15 de agosto del año 2013, dio cuenta de que Paraguay se encuentra en un testimonial proceso de consolidación de la democracia.
Y sobre todo, demostró el civismo del pueblo.
Esto fue expresado por el presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos ante el magno foro de dignatarios reunidos en Lima, Perú, en el marco de la cumbre América Latina y el Caribe y la Unión Europea.
Duarte Frutos destacó que por sus antecedentes de lucha y compromiso con las reivindicaciones de los sectores postergados, Fernando Lugo contribuirá al punto de inflexión política e ideológica, giro que se está dando en la región latinoamericana. Aseguró que este cambio responde con vigor a las exigencias de autonomía de nuestras naciones y, en particular, para combatir la pobreza, el atraso y las desigualdades que fragmentan y estratifican a nuestras sociedades, señaló el portal de la Presidencia de la República del Paraguay. Según dijo, de hecho, el Caribe y América Latina viven una etapa trascendente, porque las diferencias anteriores ya no subsisten en absurdas y obcecadas fronteras políticas.
En ese orden, aseveró que nuestros pueblos van superando las fratricidas confrontaciones ideológicas que nos impusieron intereses espurios y colonialistas. Por eso ahora estamos avanzando, impregnados por el impulso liberador, hacia un contexto favorable para una genuina integración y cooperación.
A su criterio, estas condiciones permiten afrontar con mayor viabilidad el reto prioritario de la asociación estratégica y la cooperación solidaria de la Unión Europea y nuestros respectivos países, pero no en cooperaciones condicionadas a que los beneficios sean trasladados a los países de origen, principalmente europeos, según sus palabras.
Resaltó los lazos históricos que impulsan a asumir el compromiso de cambio, pero también hay situaciones geopolíticas y geoeconómicas para que Europa y Latinoamérica presenten un frente común ante el desorden mundial de la globalización. Y en ese sentido, puntualizó que el deber actual es asegurar la vigencia del principio de soberanía de los Estados, independientemente del proceso de integración y de transnacionalización, que no sólo ha sufrido violaciones sino está en creciente amenaza su respeto, al igual que los organismos internacionales creados para resguardar la soberanía de los pueblos, apuntó el gobernante paraguayo, quien tras su participación en la cumbre se encuentra ya cumpliendo sus tareas habituales en su país.
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