El Decano se llevó una merecida victoria ante Unión Sunchales. Claro dominador en todo el partido, los de Solari fueron contundentes y superaron a la visita por 3-1. Para el local anotaron Sarría en dos oportunidades y Pablo Hernández. Descontó Espíndola para el Bicho Verde.
Hernández y Sarría jugaron un partidaso.
Desde hacía un par de días se vivía gran expectativas en las inmediaciones del Monumental. Las cuales se materializaron con un estadio colmado. Una imagen imponente, vista desde cualquier sector del estadio. Al salir el Decano al campo de juego, las tribunas estallaron, en bombas gritos y papeles.
Desde el arranque, el encuentro era intenso. Algo irrespetuosa, la visita quiso sorprender, al minuto de juego, con Maldonado quedó solo para definir, pero estaba en off side. A los 3 minutos, nuevamente intervino el 9, centro para García e Ischuk la tapó a lo Gatti. De a poco los de Solari se empezaron a acomodar en la cancha y a los 5 minutos tiro libre por izquierda. Ejecutó el Pulga, con chanfle al primero y desviado.
Hernández con su juego exquisito se movía por todo el medio. Sarría casi de punta se retrasó un poco, poniéndole paño frío al nerviosismo del inicio. De esta manera el Decano comenzó a trasladar la bocha, como habitualmente lo hace.
El primero podría haber llegado a los 10 minutos, Rodríguez gambeteó por derecha, entro al área por línea final, pero hizo una demás y se quedó sin ángulo. A los 12 minutos, la tuvo García, Ischuk al corner. A los 21 Hernández se la cedió al Pulga, de afuera, desviado.
Hasta que a los 32 minutos Erroz se la tocó a Sarría. El Capitán corrió 20 metros, se la cedió a Rodríguez en la media luna, el nueve la aguantó. En off side la pedía Bonaldi, Capé entraba por el medio. El pulga lo vio, lo habilitó de taco y Sarría, ante la salida de Stucky, con la cara externa del botín se la tocó al palo derecho del arquero. Un golaso para que estallara el Monumental.
La fiesta se potenció porque 3 minutos más tarde, tiro libre de Hernández, desde la izquierda, palo, arquero y corner. Ejecutó Bonaldi. Sarría la peinó en el primero y el “pibe maravilla” en el medio del área chica la mandó a guardar. 2-0, el coro ensordecedor gritaba “si, si señores, yo soy decano...”, seguido por “el que no salta no va a la B...”
Antes de finalizar la primera mitad Ischuk se la atajó a Bergese. A los 42 Longo desbordó, quedó mano a mano y el 1 ganó el duelo.
La diferencia en el marcador, reflejaba lo realizado por Atlético. Erroz manejó bien los tiempos en el medio. Luna trabó y siempre salió jugando. Sarría y Hernández se entendían de la mejor manera. Quizá el punto más flojo estuvo en un Rodríguez que ponía toda su atención en convertir, y a veces buscaba absurdamente el arco antes de pasársela a algún compañero.
En el complemento, el local siguió haciendo su juego. Antes del tercero la tuvo Capé en dos ocasiones, la última de tijera que Stucky la mandó al corner. Le pegó pasado Bonaldi, Rodríguez quiso definir con la misma pirueta que el 10, le salió centro para que Sarría, casi en el punto del penal, defina y liquide el pleito.
La gente, un capítulo aparte. “Dale de...” o “vamos a dar la vuelta en el Monumental...” en el programa coral seguía “mamá yo quiero oh, oh...”. En ese ambiente Ischuk atajaba dos pelotas claves.
La jugada polémica llegó a los 25 minutos cuando Martos evitó con la mano el gol visitante. Bresler entendió que fue casual. Unión que nunca trató mal la bocha, pero siempre fue superado por un Atlético agresivo, contundente y ordenado, intentaba llegar al empate.
Entonces Solari entendió que era el momento de sacarlo a Capé para una ovación espectacular. Los gritos de aliento y aplausos llovieron desde los cuatro sectores. Para sacarse el sombrero.
A puro toque, la gente aplaudía el despliegue albiceleste. Luces intermitente, sobre la Chile, decoraban el estadio, mientas de fondo, sonaba el “volveremos, volveremos...”.
Jugando bien al fútbol, con gran despliegue de Luna, Erroz, Longo y Hernández-Sarría, la dupla de enganche, figuras indiscutidas, el Decano fue ampliamente superior. Por su parte, Rodríguez tuvo un buen desempeño, fue desequilibrante, sobre todo en el segundo tiempo. De esta manera, los de 25 de mayo y Chile están a un paso de la final.
Sebastián Ganzburg
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