Hoy a las 23 en el Patio Lorca tocará el músico, de amplia trayectoria, Hugo Fumero. Aprovechando su visita a nuestra provincia, dialogó con TucumánHoy.com. Habló de su vocación para enseñar música, del arte, sus inicios y hasta de política. Escribe Sebastián Ganzburg.
Con total amabilidad, en un bar de la ciudad, café de por medio, nos brindó una interesante charla que deja en claro su sencillez y preocupación por expresar lo que realmente siente.
Hugo Fumero, músico desde chico, ejerce la docencia musical con total vocación. Su método absolutamente democrático se materializa en su peña donde músicos y público se fusionan en uno. Se autodenomina “Entusiasmador musical”. Su enseñanza es lo más alejado al academicismo imperante. Les propone a sus alumnos amar la música.
Nació en Cañada Rosquín, el mismo pueblo de León Gieco. Según comentó se inició desde “muy temprano, a los 7 años. Mi madre me ponía a trabajar, vendíamos guitarras. Yo las limpiaba. Una vez, mientras lo hacía, me puse a rascarla y salió una melodía. Nunca había tocado un instrumento. Después quise estudiar violín pero no había maestro, entonces estudié acordeón. Hice un año y no aprendí nada. Pensé que esto no era para mi”.
En aquellos tiempos la música, también sucede actualmente, se enseñaba de manera escrita. “Con lo cual no estoy de acuerdo, yo le pedía a mi maestro que me dejara tocar y me decía: no después te envicias y tocás de oído. Un disparate. Es por eso que no creo en esa metodología. El Chico se tiene que familiarizar con el instrumento”, aseguró Hugo.
Más que maestro se considera un entusiasmador musical, porque “el entusiasmo es la base del aprendizaje. Mal podes tratar de enseñar si no creas ese ambiente. Para el entusiasmo no tiene que haber obligación. Es una cuestión de amor”, continuó.
Al indagar sobre sus alumnos el artista dijo que pretende que “aprendan y la pasen bien. Habrá cosas que le puedo dar otras que no. Siempre se aprende de cada uno de ellos, minimamente, como enseñarles.”
Entre los diversos temas, también se habló sobre el arte, Fumero considera que “el artista se debe al hecho artístico. Si es auténtico tendrá éxito por hacer lo que siente. La confluencia con el público se debe a una consecuencia del arte en si mismo. En mi caso, me salvó la vida. Se la salva a todos aquellos que se conectan con lo artístico".
De pibe fundó la banda Los Moscos, allí tocó su amigo León Gieco, “cuando entró al grupo reemplazó a un cantante. Era un chico que canta y toca bien, me dijeron. Pregunté qué era lo que cantaba, folclore me respondieron. Uh que cagada dije. Es que nosotros estábamos con The Beatles”, recordó con cierta nostalgia.
Con respecto a la forma de ver la música expuso que “al igual que ahora, de chico, lo mas importante es lo que la música transmite. Algo que no puedo definir con palabras. Sí, en cambio, con una guitarra o percusión. La forma de entenderla, para mi, no cambió en lo absoluto”.
Finalizó el ameno y cordial diálogo con algunas reflexiones políticas. “La dictadura fue espantosa al igual que el nazismo. Por suerte hoy hay un cambio muy grande porque el actual, es un gobierno sumamente democrático. La gente se olvida tan fácil de las cosas... No soy pro gobierno pero es un hecho que no hay persecución de ningún tipo. Hay tantas cosas que la derecha debiera reconocer”.
Sebastián Ganzburg
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