El secretario de la Junta Electoral Provincial, reconoció que lo molestó la pegatina con su rostro con el que amanecieron las paredes del centro capitalino. Las afichetas llevan la leyenda de “ladrón” “coimero” y “delincuente”. Si alguien tiene algo que denunciar está la justicia, aseguró ante los periodistas ayer.
Aunque nadie se hizo cargo políticamente de la pegatina, las dimensiones y el estilo crudo se puede vincular a un sector gremial.
En distintas paredes del microcentro una pegatina de afichetas con el rostro de Darío Almaraz cruzado con leyendas de ladron, coimero y delincuente fue el tema de conversación en los corrillos políticos tucumanos. Es que el secretario de la JEP se transformó en el vocero obligado del organismo judicial que está realizando el conteo de votos de las mesas observadas.
El funcionario ante la lentitud del recuento de votos aseguró que se está demorando el escrutinio definitivo ya que la intención es terminar cuanto antes. Se hizo un poco más lento ante las protestas de los fiscales con respeto a las lecturas de las actas”, dijo Almaraz a la prensa durante la mañana.
El funcionario detalló que de 98 meses, sólo dos fueron anuladas por las autoridades de la JEP: la N° 342 de la escuela Lola Mora, y la N° 326, de San Cayetano. "En el día de hoy se abrieron diez urnas y no se anuló ninguna; sólo ayer (por el miércoles), se anularon dos meses por las irregularidades. Seguramente fue por una deficiente actuación de las autoridades de mesa", aclaró.
En cuanto a las pegatinas que aparecieron en su contra. "La difamación siempre es algo que molesta. Si alguien tiene algo que denunciar está la Justicia. Sino parece nada más como una irresponsabilidad o mala actitud, insistió.
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