Se enmarca dentro de las responsabilidades y objetivos de la política exterior argentina para este año; y constituyen para nuestro país, y en particular, para la provincia de Tucumán, un significativo desafío. Colaboración de Carlos Soukiassian (Consultora Pontis).
Si bien es el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, quien tiene la responsabilidad primaria en la preparación y ejecución de la Cumbre, un evento de estas características excede el marco de la Cancillería, involucrando a todas las jurisdicciones de la administración pública, nacional, provincial y municipal, exigiendo una aceitada coordinación a fin de ejecutar con éxito las acciones requeridas.
El operativo logístico para la Cumbre requiere tomar una serie de medidas, que cobran un renovado impulso a partir del anuncio oficial de la sede la de Cumbre. La multiplicidad de factores que se deben tener en cuenta para este tipo de conclaves regionales incluyen numerosos aspectos a saber: presupuestarios, personal y recursos humanos, administración, seguridad, comunicaciones, equipamiento informático, transporte, alojamiento, aeropuerto y aviones, acreditaciones, catering y agasajos, programa oficial, actividades culturales, ceremonial y protocolo, invitados especiales, programa para primeras damas, prensa y difusión.
En materia de infraestructura y servicios es tal vez el aspecto más crítico, y que requiere previsiones y acciones inmediatas. Evidentemente se requerirá una verificación in situ de hoteles, salones e instalaciones a los efectos de, por un lado asignar los espacios para cada una de las necesidades de la Cumbre y, por el otro chequear si cumplen con los estándares necesarios. Aquí los requerimientos pasan por un centro principal de convenciones, donde tendrá lugar la reunión principal, con una mesa para entre 9 y 11 jefes de estados y sus respectivos acompañantes, y por el alojamiento para las delegaciones, se calculan entre 750 y 900 visitantes. Para la distribución de hoteles a las diversas delegaciones se procede de acuerdo a dos criterios: o bien por sorteo o bien por la antigüedad del mandatario en ejercicio.
Otro tema clave serán los servicios aeroportuarios. El Aeropuerto Internacional Teniente General Benjamín Matienzo, ubicado en la localidad de Cevil Pozo, a unos 9 kilómetros al este del centro de la ciudad, está clasificado por la OACI como un aeropuerto internacional categoría 4D, en función del largo de su pista principal (unos 2900 metros). Esto significa que pueden operar solo aeronaves McDonnell Douglas MD-11, Airbus A300, Boeing 757, Boeing 767, y probablemente haya que hacer algunas modificaciones y adaptaciones, sobre todo en las áreas de recepción (pasarelas telescópicas y salones VIP).
Para la atención al periodismo se deberá establecer un centro de prensa y acreditaciones, en un local cercano al salón principal, desde el cual se pueda acompañar el desarrollo de la Cumbre. Obviamente, deberá contar con infraestructura informática y de comunicaciones de última generación para la transmisión de imagen, voz y datos.
Otro ítem de importancia para reuniones de esta envergadura será un adecuado sistema de transporte que enlace el aeropuerto, los hoteles y las instalaciones designadas para la Cumbre. El sistema de transporte deberá combinar minibuses, para las delegaciones, asistentes y periodistas, y autos oficiales para el transporte de las comitivas presidenciales (se estima un número de tres autos por delegación).
La atención sanitaria y de emergencia médica será otro importante desafío a resolver, no solamente desde el punto de vista de la infraestructura sanitaria sino también de un plantel de médicos emergentólogos entrenados para este tipo de situaciones. Un desafío similar implicará el operativo de seguridad, donde deberán coordinar y trabajar en forma conjunta el Ministerio del Interior, el gobierno de la Provincia y el Municipio de San Miguel de Tucumán, intentando un justo equilibrio entre la seguridad del evento y la libre circulación de las personas.
Como se verá el operativo logístico para la XXXV Cumbre del Mercosur, reviste una notable complejidad, dado la diversidad de aspectos que cubre, la multiplicidad de actores que involucra y el hecho que nunca antes la provincia ha sido sede de un evento de estas características. Constituye por tanto no solo un desafío, sino también una oportunidad sin igual para todos los tucumanos de instalar la imagen de la provincia en el escenario regional e internacional.
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