Van pasando los días y el éxito de convocatoria queda ensombrecido por la incapacidad organizativa. La odisea de conseguir una entrada
Comenzó la 10 edición del Festival de Cine “Gerardo Vallejo” en Tucumán. Hasta el 20 de junio se proyectarán 14 películas. Todas en el espacio Incaa que funciona en la sala Orestes Caviglia.
Es decir que por primera vez los film no se proyectan en los cines tucumanos. Semejante decisión repercutió de manera negativa en el público ya que conseguir una entrada es prácticamente imposible. La única manera es hacer colas de más de tres horas.
Rafael Vázquez Rivera, director de Medios Audiovisual del Ente de Cultura, evidentemente, no dimensionó la cantidad de público. Cosa rara teniendo en cuenta que se trata del décimo año del festival, con películas de enorme calidad que están en competencia.
Las quejas de la gente se reflejan en las redes sociales. Todo se resume en la imposibilidad de conseguir una entrada. Es cierto que la Caviglia cuenta con una sala Incaa de enorme calidad pero es imposible albergar a tanta gente.
La pregunta es: sabiendo el éxito de las ediciones anteriores del festival, ¿por qué se eligió una sola sala para todas las proyecciones?
Van pasando los días y el éxito de convocatoria queda ensombrecido por la incapacidad organizativa.
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