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08/05/2008 - Teatro

Thrillers, una obra para pocos

Anoche en el Orestes Caviglia se puso en escena Thrillers, de Marcos Silber. El espectáculo, es un homenaje al cine. A través de la poesía, acompañada por el sonido de un bellísimo saxo se cuentan las películas. Sin embargo solo podrán apreciar la obra aquellos que tengan importantes conocimientos del séptimo arte.

Tiene una interesante puesta en escena. Se inscribe en el 4º mayo de las letras.

Anoche en el Caviglia, sin demasiados espectadores, se puso en escena Thrillers, de Marcos Silber. Comienza con proyecciones de imágenes y afiches de grandes películas de todos los tiempos. Mientras de fondo suena la música de Cinema Paradiso. Una puesta en escena interesante.

Al finalizar las sucesiones de imágenes se apaga la pantalla. La sala permanece en penumbras unos segundos, hasta que de la última fila se escucha el hermoso saxofón, de Ada Rade. De a poco baja las escaleras y se ubica en el escenario, junto a Marcos Silber, el encargado de recitar su propia obra.

La poesía es buena. Conceptualmente el texto llama gratamente la atención. Una poesía oscura, cosmopolita que cuenta diferentes películas. A pesar de esto al espectador se le hace difícil y complicado entender lo que el autor plantea.

Fundamentalmente porque se debe tener una enciclopedia de cine más que importante. La historia se centra en el Bronx, siempre de noche. Al finalizar cada poema suena el saxo de Ada Rade, que ayuda a la narración y genera un ambiente ameno.

De esta manera, más allá de estar bien escrita, con una poesía exquisita, da la sensación de ser para un público muy reducido, esos que vieron la mayoría de los film tratados en Thrillers.

Una obra sumamente personal que deja al espectador afuera. 

Sebastián Ganzburg