Estrenado en el 2005, el documental muestra al Diego de la gente. La edición es impecable. El film es una sucesión de imágenes sin principio ni final que recorren la vida del astro argentino, con una narración atractiva. Se puede conseguir en formato DVD.
Nuestra opinión: muy bueno.
Ficha técnica
Coproducida entre la Argentina y Nueva Zelanda. Dirección: Javier Vázquez. Guión: Javier Vázquez y Nicolás Avruj. Fotografía: Marcelo Lavintan. Música: Eric Kuchevasky. Montaje: Nicolás Avruj. Director de arte: Iván Cazenave. Presentada por Primer Plano Group. Hablada en español, inglés y portugués. Duración: 75 minutos. Calificación: apta para todo público.
Desde el inicio el documental es atrapante. La pantalla en negro, de fondo la vos de Víctor Hugo relata el mejor gol de todos los tiempos a los ingleses. Solo se observan los subtítulos, una belleza de la literatura oral absoluta.
A partir de ahí, el film es un collage de imágenes. Una edición realmente admirable. En una hora y cuarto se sintetiza la vida del 10. Del cual sabemos casi todo, pero siempre es bueno escucharlo. Desde Cuba cuenta algunos momentos importantes de su vida.
No solamente Maradona habla. Lo hace Charly García. El cantante lo define como un rokero nato, argumentando que no es necesario escuchar y hacer rock para serlo, solo es cuestión de actitud. Y Diego siempre la tuvo.
Tiene una brillante producción que permitió una buena edición. De esta manera se ven a sus amigos de la infancia, algunos viviendo todavía en la villa. El técnico que lo descubrió, habla maravillado de las genialidades de aquel pibe. Su pasado en el Nápoles, donde es Dios. Con imágenes vistas mil veces, pero que emocionan hasta las lágrimas a quienes apreciamos el fútbol.
Admirado por miles odiado por otro tanto, Maradona es polémico e interesante siempre. Esa imagen de su hermano Lalo, de 12 años, diciendo, “nunca me pareceré a Diego, el es un marciano”, nos deja pasmados.
Grondona con toda la mafia encima, diciendo que del jugador de fútbol al dirigente hay una brecha inquebrantable, la cual no se puede superar. La soberbia queda en sus palabras. Todo se relaciona al doping del 94.
El discurso de su amigo italiano, Daniel Arcucci, hablando del 10 como una persona común. O aquella imagen insuperable, del mejor gol del mundo, como si fuera una pintura, enmarcadas en papeles que una mano las va pasando sucesivamente generando el movimiento, y de fondo, música clásica. O la iglesia maradoniana con ese color y locura. O la gente con todos esos tatuajes. O...
Diego es todo eso, como cuando un periodista le dice usted es una persona pública. El astro replica, soy popular, no público. No hace falta querer u odiar a Maradona para ver la película. Está hecha para que todos quedemos conformes, mucho más aquellos que nos hacemos eco de esas palabras emotivas pronunciadas en su retiro, en cancha de Boca, “el fútbol es el deporte más lindo y sano del mundo, eso no le quepa la menor duda a nadie.
Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com
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