Mientras el kilo de asado fluctúa entre los $16 y $20, los cortes denominados "populares", tienen precios inalcanzables para el bolsillo de la mayoría. Ausencia de controles desproteje a los consumidores. Ningún comercio del rubro exhibe pizarras con los precios.
Los precios tienen un incremento desmesurado "por las dudas", dijeron carniceros consultados.
Averiguar cómo se aplicará en la práctica el acuérdo por las carnes, llegado entre las autoridades nacionales y los frigoríficos a nivel nacional, luego de la crisis que protagonizaron las entidades agropecuarias, se transforma en un verdadero desafío para las amas de casa tucumanas.
Por ello, mientras se anuncia que se aplicará desde el martes la Ley de Abastecimiento a los comercializadores de carnes que no respeten los precios acordados, en una recorrida por las carnicerías de la capital tucumana, se pudo constatar que los consumidores están desprotegidos totalmente.
En ninguna carnicería, ni siquiera las que funcionan en los supermercados, ni en las conocidas cadenas de comercialización con varias bocas de expendio, se puede ver los precios en las pizarras. "Es que si ponemos los precios, no entra nadie", dijo un dependendiente ante la consulta.
Así las cosas, mientras en un supermercado de Barrio Norte se comercializaba el kilo de asado a $16 , en una carnicería ubicada a pocas cuadras, especializada en cerdos, el mismo corte trepaba a $20.
Lo mismo ocurre en las carnicerías de barrios. Los precios están así porque los aumentamos "por las dudas", dijo un comerciante. Nuestros proveedores nos dicen todas las semanas que no saben hasta cuando se podrá tener a disposición la mercadería a estos precios y no nos queda otra, que antes la incertidumbre, aplicarle un 10% "por si las moscas".
De esta forma, como todos los integrantes de la gigantesca cadena que participa de la comercialización de la carne que se vende entre nosotros, los precios son el fiel reflejo de la especulación inflacionaria. Como desde el Estado no exíste ningún tipo de control, el consumidor se siente desprotejido.
Suena lejano y extraño, para el consumidor tucumano, la aplicación de la Ley de Abastecimiento. "Eso ocurre en Buenos Aires", "aquí no nos pueden obligar a perder plata", son los comentarios de los carniceros.
La Ley de Abastecimiento comienza a aplicarse desde esta noche
El Gobierno Nacional acordó con los frigoríficos y el sector comercial la aplicación de la Ley de Abastecimiento para mantener a raya los precios de los 13 cortes populares.
La medida comenzará a regir a partir de las 0 horas del martes próximo e incluye la aplicación de fuertes multas, clausura de empresas y hasta prisión para aquellos frigoríficos o comercios que no cumplan con lo dispuesto por la resolución 38/08 de la Secretaría de Comercio Interior.
Con esta decisión, el Gobierno tiene como objetivo garantizar que tanto los frigoríficos como las carnicerías, supermercados e hipermercados respeten los valores acordados en marzo para el asado, carnaza común, carne picada, roast beef, vacío, nalga, falda con hueso, entraña, paleta, matambre, cuadrada, hueso con carne y bife ancho.
El impulsor de esta norma fue el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien se la comunicó a un grupo de representantes del sector industrial y el comercio durante una reunión mantenida hoy y de la que participaron la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires; el consorcio exportador ABC; la Cámara Argentina de Supermercados (CAS); la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), la Cámara de Supermercados Chinos (Casrech) y el sindicato de la carne.
En la reunión también estuvieron presentes miembros de la Secretaría de Agricultura y de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
Moreno les comunicó a los presentes que hasta tanto no se asegure la provisión de los 13 cortes populares al mercado interno que no se permitirá la exportación de carne, tal como lo había anunciado ayer el Gobierno. Se trata de un reaseguro adoptado por las autoridades para obligar a la industria vacuna a abastecer de cabezas al Mercado de Hacienda de Liniers.
El funcionario también sostuvo que enviará inspectores de su organismo y de la Afip tanto al principal centro consignatario de cabezas de ganado del país como a los frigoríficos y comercios para controlar el cumplimiento de la Ley de Abastecimiento y terminar con la comercialización informal de ganado.
En este sentido, la industria y el comercio se comprometieron a no recibir carne del mercado negro y a denunciar a quienes ofrecen este tipo de maniobras ilegales ya que se considera que sobre cada kilo vivo, un peso ingresa de manera irregular a través de la subfacturación.
Entre nosotros, son tibios los intentos desde Comercio Interior, para impulsar la baja de los precios de la carne. De continuar con la especulación, la inflación retornará a sentarse en la mesa de los tucumanos.
Isauro Martínez
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