La Democracia Cristiana de Tucumán opina sobre la situación en el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán, en referencia a las personas contratadas por los Concejales.
De acuerdo al sistema republicano y el mecanismo de división de poderes, la tarea de los Concejos Deliberantes es diseñar Ordenanzas para la buena administración municipal.
Para el bien común de la ciudad, básicamente en los temas de tránsito, urbanización municipal, alumbrado, limpieza y moralidad pública, y asumir el control del accionar de la Intendencia Municipal y sus cuadros de conducción.
En este marco resulta inaceptable que se acepte como una cuestión natural que los Concejales tengan a su cargo cuadrillas de trabajadores que realicen tareas de desmalezado, pintado y enripiado en la ciudad, cuando estas funciones corresponden a la Intendencia, que en el caso de San Miguel de Tucumán cuenta con una abultada planilla de empleados, acumulada a lo largo de décadas.
Lo que agrava aún más la cuestión es que con ese personal (una suerte de municipalidad paralela o supletoria) se mantiene una relación laboral en negro, es decir todo lo contrario al mensaje expresado por el Gobernador, en el sentido de lograr el blanqueo de las situaciones laborales en la Provincia.
Cómo explicarles a los pequeños empresarios que deben registrar su personal y a los contribuyentes que están obligados perentoriamente al blanqueo del personal domestico, si contradictoriamente para los concejales esta obligación no existe.
Sin duda un mensaje de incoherencia que debiera ser debidamente superado, amen de que es de público conocimiento que se trata de prácticas clientelares para mantener un ejército de punteros y colaboradores políticos hasta las próximas elecciones.
En el interior , la situación también se plantea en términos más dramáticos, por cuanto los delegados comunales manejan fondos públicos para otorgar trabajos ilegales (entiéndase en negro) a centenares de tucumanos.
Otro ejemplo de la no registración del trabajo lo constituyen las contrataciones precarias en diversas reparticiones y el pago de las mal llamadas “sumas no remunerativas”, en definitiva “sumas en negro” que perjudican el futuro previsional de los empleados del estado.
La conclusión es clara, quienes conducen el Estado, deben dar el ejemplo y cumplir los programas que impulsan .
“Haz lo que digo ...pero no lo que hago..” Dice el refrán popular, y así parece actuar el oficialismo con su accionar..
Jorgelina Pagnutti , Carlos Rene Vazquez , Eduardo Ramírez y Jose Paez - Junta Provincial de la Democracia Cristiana
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