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AMPLIARÁlvarez estuvo ausente en la noche del viernes

Gimnasia ganó con la actitud que le faltó al Decano

En un partido realmente malo, Atlético Tucumán cayó por 2-1 ante el Lobo mendocino. Todos los tantos llegaron en el segundo tiempo. Abrió el marcador Sarría para los locales. Marchetti con dos tiros libres muy bien ejecutados le dio el triunfo a la visita.

Con este resultado Racing de Córdoba es el puntero en la general con 63 puntos, uno más que Atlético.

El encuentro de ayer fue para el olvido, los dirigidos por Jorge Solari subestimaron tanto al rival que terminaron con un resultado que no estaba en los planes de nadie. El arbitraje merece un capítulo aparte porque si bien no incidió demasiado en el desarrollo, fue realmente impresentable, hace años que no se veía dirigir a alguien tan mal en el fútbol profesional.

El primer tiempo fue muy aburrido, Atlético manejaba el cotejo, pero las distracciones en el fondo eran elocuentes. Luna y Pérez con total falta de comunicación, en dos oportunidades casi le permiten a los mendocinos abrir el marcador.

La primera del partido la tuvo Anzorena a los 4 minutos, luego de una distracción del los 2 arriba mencionados. La bocha le quedó en el límite del área grande y el 10 remató con violencia, reventando el travesaño del Gato.

Si bien el Decano no era claro en el juego desperdició 4 chances claras. 2 de ellas fueron calcadas, Bonaldi se  mandó hasta el fondo, enganchó y Álvarez no le pudo dar precisión a la bocha. La tercera llegó a los 26 minutos cuando Erroz se la cruzó desde 50 metros a Bonaldi, que habilitó a la Yaya y por definir de primera el 9 desperdició una clara oportunidad.

Con total clama, como si acá no pasara nada, los dirigidos por Solari no le encontraban la vuelta al partido. Por eso recién a los 44 minutos, tuvo una más. Dentro del área le quedó al 11 decano, enganchó, Sarría se la quitó, remató y Godoy casi cayéndose evitó que el balón ingrese al arco.

Gimnasia tuvo una a los 47 minutos, cuando Granero la perdió increíblemente en la salida, Anzorena aprovechó el error, se mandó, llegó al área y ante la salida de Pérez remató a sus manos. Sin mayores novedades se iba la primera parte.  

En el segundo acto, la cosa empeoró con la colaboración del árbitro Andrés Cabrera. Su desempeño fue impresentable. Dejó pegar demasiado, no cobró un penal, más grande que una casa y amonestó a Sarría y Álvarez sin motivos. A pesar del mal desempeño nada tuvo que ver en el resultado.

Gimnasia no ganó el encuentro, sino que lo perdió Atlético con los “horrores” defensivos de la línea de tres, incluido el arquero Pérez. 

A penas comenzado la segunda parte, Sarría se la pasó a Erroz que a su vez habilitó a Bonaldi, el 11 llegó hasta el fondo tiró el centro y Álvarez de pique al piso no pudo meterla. Antes de abrir el marcador, los de Solari tuvieron dos oportunidades más. La primera Bonaldi no supo definirla. La otra fue luego de un tiro de esquina y Giménez de cabeza, la mandó por arriba.

Por fin a los 15 minutos, Granero se la tocó a Montiglio que mandó un centro a ras del piso para Sarría y con total calma y quietud, acarició la bocha para el merecido 1-0. De esta manera la visita dejó de marcar hombre a hombre, pero Hernández no aparecía por ningún lado.

Se abrieron un poco los espacios, por eso Montiglio, a los 20 minutos, se escapó hasta el fondo para que Ceballos le haga un claro penal que Cabrera no vio, ¡increíble!

El partido seguía siendo aburrido y tedioso. Los locales totalmente desconocidos no jugaban a nada. La visita con un poco más de actitud intentaba  hacer algo. Y a los 28 minutos se produce un tiro libre para el Lobo, a dos metros de la media luna, Marchetti ejecutó al palo del Gato Pérez logrando la igualdad.

Los dirigidos por Orellano metidísimos atrás volvieron a marcar hombre a hombre. Solari decidió que Rodríguez reemplace a Hernández, pero la Pulguita no desequilibrio en lo absoluto. Sorprendentemente Atlético no volvió a crear una sola situación de gol en el resto del partido.

Y a los 40 minutos Granero comete una falta, tras un error grosero de Giménez que no podía con Álvarez y tiro libre en la puerta del área para los de casaca blanca y negra. Ejecutó nuevamente Marchettí, esta vez al medio del arco y el malo de Pérez nada pudo hacer. 2-1 en el marcador y a otra cosa mariposa.

Sebastián Ganzburg