Así concluyeron durante su reunión profesionales del rubro de todo el país, reunidos en Tucumán. Evidentemente los controles no resultan suficientes, teniendo en cuenta que algunos medicamentos siguen expendiéndose en kioscos y drugstores.
Los empresarios recolectan firmas para que el Congreso de la Nación sancione una ley al respecto. La automedicación puede llevar a la muerte.
“Este es un problema cultural. La gente no puede desconocer que un kiosquero está preparado para otra cosa, no para vender un medicamento. Y los comerciantes, a su vez, deben ser conscientes que no se puede jugar con la salud de la gente. Estamos impulsando una campaña de responsabilidad tanto para el consumidor, como para los comerciantes”, explicó Fernando Esper, titular del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán.
En la provincia, el organismo encargado de controlar la correcta comercialización de remedios es el Departamento de Fiscalización Farmacéutica del SIPROSA. Desde esta dependencia argumentan que el recurso humano no resulta suficiente para inspeccionar todos los negocios de la provincia.
María Celia Nahra
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