Siempre hay un motivo para aumentar los precios. Ya sea el cambio de estación, las lluvias o las sequías, las elecciones o la transmisión del mando, los aumentos de sueldos o el blanqueo de los empleados, el paro agropecuario o del transporte, semana santa o las fiestas de fin de año, carnaval o reyes, final de clases o las vacaciones, día del niño, de la madre o del amigo, cualquier pretexto vale para aumentar los precios.
En Tucumán desde el fabricante hasta un simple vendedor de cospeles, todos especulan.
Cuando estaban los bonos de cancelación de deudas, los precios tenían un 20 por ciento más que en otras provincias, Luego de años de reclamos se retiraron los bonos, pero no el porcentaje del sobreprecio. Las cuevas continuaron funcionando, con los canjes de los tickets canasta.
En estos días, con los piquetes realizados por los ruralistas, los precios de los comestibles en el Jardín de la República son inalcanzables para los asalariados. Si se consigue algún producto, de la canasta básica, el precio da miedo.
Andrea , propietaria de un kiosco con ventas de sanguches, debió cerrar momentáneamente el negocio “ hasta tanto no aclare el panorama, me quieren cobrar 45 o 50 pesos el kilo de carne, 5 el kilo de tomate, un 10 por ciento más las bebidas, igual el pan, no se que hacer, están todos locos”, explicó la comerciante.
Algunas inmobiliarias hacen contratos de alquileres con cláusula de reajuste cada seis meses. Taxistas, en servicios nocturnos, aumentan las tarifas. Médicos con “ falso plus”, elevaron el valor del mismo.
Estaciones de servicios reciben el pago con tarjetas de créditos sólo con recargos. Remedios sueltos también fueron aumentados. La lista es interminable.
¿Qué pasa en Tucumán? ¿Quién protege a estos inescrupulosos? ¿Qué hacen los organismos de control ?
Por favor señores ¿no fueron suficientes los aumentos instalados antes de los cortes de ruta por parte de los piqueteros del campo? Vinieron incrementando los precios, desde antes que comenzarán las paritarias. Paren ya, no sean insaciables. Dan la sensación de burlarse del pueblo cuando declaran “las entregas de alimentos se va a normalizar, los precios demorarán un poco más”. Son vergonzosas las declaraciones.
Por supuestos todos dirán que las culpas no son de ellos. Como siempre.
Daniel A. Villalba
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