En una jugada producción fotográfica, Nicolás Repetto aceptó la propuesta de un poñular medio local y se lookeó como una mujer. "Prefiero transgredir antes que aburrirme", dijo el actor.
"¿Querés jugar? Nico juega a la ambigüedad, de traje y tacos altos hechos especialmente para esta producción. De 12 centímetros y con plataforma, lo convirtieron en un moderno adonis de un metro 96", explica una publicación de la revista Gente.
"En otro contexto podría haber sido gay". Sin embargo, aclara: "Soy un tipo que se siente muy hombre y me gustan con pasión las mujeres. Pero una oferta femenina para seguir siéndolo, una trayectoria..."
Por su parte, confesó: "De joven tuve muchas propuestas homosexuales. El ámbito artístico era un refugio gay, porque era más libre. Creo que hoy se entendió que el hecho de que alguien sea gay no significa que te va a abrochar".
También habló de su presente y cómo vive a sus 56 años: "Salvo frente al espejo, no siento los años que tengo encima. Tengo buena genética y hago deportes, pero comiendo soy un animal y al gimnasio que armé en casa lo miro desde el sillón del living fumándome un habano".
Cuando le consultaron si le daría lo mismo que su hijo fuera gay, Repetto fue claro en su respuesta: "No, la verdad que no, prefiero que sea hétero. No sé si por protección o por prejuicio".
Por último, habló de la escena del beso con Julio Chávez en "Farsantes": "No me importó nada. Fue juntar mis labios con los de otra persona. Es ridículo, absurdo: te dejás lamer la boca por tu perro y no es nada. Apoyás los labios contra lo de un hombre y no falta el careta que te dice '¡Ay! ¿No te dio asco?'".
Fuente ratingcero
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