La exhumación de los restos de Joao Goulart para determinar si fue envenenado como parte de la Operación Cóndor comenzó en el cementerio de San Borja, en sur de Brasil, con gran expectativa del gobierno de Dilma Rousseff al considerarla "prioritaria" para dar un paso "firme" en la política de derechos humanos.
El ex presidente, conocido popularmente como "Jango" y considerado un líder progresista de la izquierda, fue derrocado por los militares en 1964 y murió exiliado en 1976 en un hotel de la localidad argentina de Mercedes, en Corrientes, supuestamente a causa de un ataque cardíaco.
"Las técnicas modernas pueden revelar resultados y generar conclusiones,
pero dejemos que los expertos trabajen, ojalá consigan demostrar la
verdad", afirmó hoy el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, quien
señaló que "la exhumación es un momento crucial y simbólicamente muy
importante para el pueblo brasileño".
Los equipos de trabajo llegaron esta mañana a las 7 (8 de Argentina) al
cementerio, que fue visitado por el ministro Cardozo, la titular de
Derechos Humanos, Maria do Rossario Nunes, y el gobernador de Rio Grande
do Sul, Tarso Genro.
Algunos vecinos se acercaron también al cementerio Jardin de la Paz para
observar la llegada de funcionarios y peritos que realizarían la
exhumación del líder laborista nacido en esta ciudad ubicada junto al
Río Uruguay.
Los especialistas estimaron que el trabajo podría prolongarse si existiera una alta concentración de gases acumulados.
"No se sabe cuántas horas durará la exhumación porque esto depende de la
cantidad de gases tóxicos concentrados dentro del cajón, a los que se
debe extraer con una especie de sonda" dijo una funcionaria del
gobierno, según consignó la agencia Ansa.
Por su lado, la ministra Nunes declaró hoy en la puerta del cementerio,
que "no hay plazos" para concluir la exhumación del ex presidente y que
la conclusión de los exámenes puede prolongarse más allá del día de hoy.
El equipo de expertos explicó que las que se buscan son sustancias
letales utilizadas por el Plan Cóndor, coordinado por las dictaduras
sudamericanas en los años 70 y 80.
"Hemos comenzado por la perforación de las paredes de la bóveda para
hacer la extracción de gases tóxicos, eso lleva una hora de trabajo, se
buscan gases de tres familias toxicológicas y además otras (usadas) en
la historia del Plan Cóndor" declaró el doctor Jorge González Pérez.
En ese marco, Amaury de Souza Junior, de la División de Pericias de la
Policía Federal de Brasil, le dijo a la prensa este mediodía que "se
seguirá paso a paso lo que establece el protocolo internacional" para
este tipo de desentierro.
Junto
a los especialistas extranjeros, entre los que hay un grupo de
argentinos y uruguayos, también estuvo el médico Joao Marcelo Goulart,
nieto del ex mandatario fallecido en 1976.
El nieto del Goulart insiste en la hipótesis de la familia al considerar
que éste fue envenado durante su exilio en Argentina, cuando era
vigilado por el Plan Cóndor.
"Nosotros seguimos teniendo sospechas de que mi abuelo no murió de
causas naturales, él estaba amenazado por el Cóndor, y por eso la
familia quiso que se haga esta exhumación", dijo ayer al recorrer el
lugar donde hoy se realiza la exhumación.
El joven médico, de 24 años, declaró, en rueda de prensa que este es "un
momento histórico" para "todas las familias de muertos y desaparecidos"
durante la dictadura militar.
En esa línea, una de las funcionarias enviadas por Rousseff para
recorrer el sitio donde se realizaría la exhumación, la abogada Nadine
Borges, señaló que para la presidenta brasileña es "prioritaria la
exhumación" con la cual se da un paso "firme" en la política de Derechos
Humanos del gobierno.
"Si pensamos viendo las cosas desde una perspectiva histórica en 1976
los militares prohibieron que el cuerpo de Goulart fuera llevado a
Brasilia, y este jueves la presidenta lo va a recibir es un mensaje
fuerte que ella está dando a la sociedad", declaró.
Los restos mortales serán trasladados mañana a Brasilia, donde se
realizarán los exámenes forenses. En la capital serán recibidos con
honores de jefe de Estado por la presidenta Rousseff, y algunos ex
mandatarios.
La titular en el ministerio de Derechos Humanos también mencionó la
importancia de aclarar la muerte del ex presidente y señaló según
publicó Folha de Sao Paulo que la exhumación "representa la reanudación
del Estado democrático" en Brasil y que fue una "misión humanitaria
cumplida" por parte del Estado.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff