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AMPLIARDurante la inauguración

En memoria de Nínawa Daher se reconstruyó la Casa Comunitaria de los Diaguitas en Tucumán

La remodelación de la llamada "Casita de Piedra" en los Valles Calchaquíes de Tucumán tuvo en cuenta el amor de Nínawa a los pueblos originarios, su respeto por la propiedad autóctona y su defensa de los derechos de los verdaderos dueños.

La Casa Comunitaria de los Diaguitas forma parte del circuito turístico entre Tucumán y Salta, funciona como Casa – Museo, permite preparar a sus jóvenes en diferentes oficios  y posibilita vender las artesanías que sus integrantes confeccionan, dándoles una salida laboral digna a sus miembros.

La Fundación Nínawa Daher llevó a cabo la donación completa del material de reconstrucción de la Casa logrando hacer realidad este sueño de la Comunidad Diaguita y transformando la desesperanza en una realidad.

"La actividad fue seleccionada por la Fundación pues se consideró que este aporte no es una intervención filantrópica aislada sino que se estaría con este acto colaborando con un grupo social que tiene necesidades claras, no resueltas mediante otros recursos, en una acción de responsabilidad social, amor, solidaridad, respeto por la dignidad de las personas por sobre todo", dijo la Fundación en un comunicado.

La ceremonia de reinauguración se llevó a cabo el 13 de octubre y contó con la presencia de las autoridades de la Fundación, del gobierno de Tucumán, el embajador de la República Líbano Antonio Andary, cerca de 100 jóvenes argentinos de origen libanés de todo el país que viajaron gracias a la colaboración de la Fundación Plaza. Asistieron así a la ceremonia de inauguración de la Casa del Mollar y al XVI Congreso de la Juventud de la Unión Cultural Libanesa Mundial, la Juventud de la Casa Libanesa de Tucumán quien detectó la necesidad de este grupo social y todos los miembros de la Comunidad Diaguita de la Angostura.

En dicho encuentro hubo disertaciones, intercambio de obsequios, se hizo el corte tradicional de la cinta inaugural, se plantó un cedro, árbol de la bandera del Líbano y  símbolo de dicho país. Asimismo  se colocó en honor a Nínawa Daher una placa de mármol con la conocida  frase de su autoría.

Después de la emotiva ceremonia que incluyó la Pacha mama,  la Cacique de la comunidad, Doña Clementina Nieva,  invitó a un almuerzo en agradecimiento a la Fundación durante el cual se escuchó música Diaguita y música autóctona libanesa, integrando a ambas comunidades la libanesa y la Diaguita en un baile y un encuentro muy emotivo y con la clara energía de todo lo que se hace en memoria.... Voy a repartir mis alas para todos... Quiero que el mundo vuele con mi energía. Aquel que no tenga alas, que las tenga pronto y aquel que ya vuele, que me haga compañía. Quiero dar mi amor hacia todos... llenar los corazones vacíos de alegría. Quiero colmar tristezas y dibujar sonrisas...