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AMPLIARLa Reina descalza

Falcones regresa con una historia de emancipación

Con más de siete millones de libros vendidos con sus dos títulos anteriores "La catedral del mar" y "La mano de Fátima", el escritor español Ildefonso Falcones aterrizó en Buenos Aires para presentar "La reina descalza", que cuenta la historia de dos mujeres, una negra y otra gitana, en la España de mediados del siglo XVIII.

"Estudié lo que pasaba en los ingenios azucareros cubanos en aquella época, pero se me hizo cuesta arriba viajar. Además, salió una novela de Isabel Allende sobre el tema y entonces llevé al personaje de una esclava a España", dijo Falcones, al contar la génesis de su obra.

Se trata de Caridad, que embarca esclava y llega a Cadiz libre en los papeles, porque su amo fallece durante el viaje, aunque sigue siendo una esclava sumisa y sufriente. Su destino se cruzará en Sevilla con Milagros Vega, una joven gitana cuyo pueblo y sus costumbres se adueñan del escenario de la novela.

"Otro punto de interés es la música: la fusión de la música negra y la de este pueblo nómada da origen al flamenco, por lo que mi elección por los gitanos es obvia", desliza el escritor.

El siglo XVIII es la última época de esclavitud en España y al mismo tiempo se persigue a los gitanos para encarcelarlos a partir de una orden militar del 30 de julio de 1749 que se ejecuta en todas las ciudades donde vivían. Sólo algunos logran escapar.

"Yo no investigo, no voy a la fuente, estudio a los historiadores del tema que elijo, he leído más de 200 libros para escribir esta novela, que es la historia de dos mujeres", aunque fue pensada primero como una tríada que completaba Ana, madre de Milagros Vega.

El rol de Ana Vega ("un personaje muy fuerte"), adquiere relieve sobre todo en la última parte del libro, que es un canto a la emancipación femenina, por más que a Caridad le cuesta desprenderse de su piel de esclava y Milagros pasa de ser propiedad de su padre a propiedad de su marido, como toda gitana, antes de considerarse libre de ataduras.

- ¿Cómo hace para urdir una trama que se desgaja en tantas historias secundarias? ¿Tiene todo planificado antes de escribir?    
- Toda la novela no la tengo clara de entrada, sí los puntos culminantes. Y en cuanto a los personajes, algunos ganaron mucha potencia como el caso de Melchor Vega -abuelo de Milagros- que tuve que reescribir varias páginas para volverlo a dimensionar. A ver las cosas desde el punto de vista de las protagonistas, no de él.

- ¿Que dificultad le presentó recrear los escenarios de la ciudad de Sevilla y de Madrid de esos tiempos?
- Hay mucha bibliografía, no fue difícil encontrar lo que necesitaba, toda la planimetría de Madrid, muestra cómo eran las casas de entonces. Por supuesto que es un trabajo laborioso, pero uno tiene acceso a todo tipo de documentación.

- ¿Que descubre luego de 748 páginas de escritura? ¿De recrear desde la ficción un escenario tan complejo y diferente al de nuestros días?
- Yo disfruto imaginando, no escribiendo. La imaginación es lo que vale, cuando uno piensa lo que va a hacer; después escribir es un rollo, puedes pasarte horas y a lo mejor todo lo que escribiste un día lo tiras. Me supone un gran esfuerzo por eso cuando termino siento una gran tranquilidad. Esta novela (publicada por Grijalbo) me ha llevado tres años.
Personalmente también una novela supone un estudio que no hubiera hecho de otra forma. Lo interesante es que bajas a las costumbres, a los detalles, a las sensaciones. Y de las personas del pueblo no de los nobles. Cómo morían las personas sencillas, cómo compraban sus ropas, cómo pasaban sus días.

- "La reina descalza" desarrolla temas muy del pueblo gitano, como el tráfico del tabaco para abastecer a nobles y clérigos...
- Lo bonito es imaginarlo todo ese proceso, el pueblo gitano es etnocéntrico, solo existen ellos y estan sometidos a una jerarquía que hasta hoy sigue existiendo. No actúan como la sociedad, es el patriarca, los ancianos que deciden. Ellos se reafirman frente a ellos mismos. Tienen su propia tradición cultural.
Hasta que no fueron perseguidos los gitanos eran ateos, querían formar parte de una cofradía interesadamente. Luego de la gran redada se dan cuenta que es mejor estar a favor de la Iglesia y al cabo de diez años aparece una cofradía religiosa gitana.

- ¿A qué atribuye el éxito de sus novelas, el hecho de que millones de personas lo lean?
- Con las redes sociales, la recepción de un libro enseguida se hace masiva. Después de "La catedral del mar", la primera novela que llegó a muchos lectores, no ha sido difícil la difusión. Creo que la agilidad de la trama, las cosas que pasan, no hay páginas en blanco, el suspenso, que las historias no sean lineales...mis ficciones despiertan el interés.

- ¿Cómo se imagina a sus lectores?

- Veo cuando firmo ejemplares que hay de todo, es muy variado, jóvenes, mujeres, hombres mayores, de todo. Creo que el secreto es la agilidad, la facilidad de llegar con tu relato a todo tipo de personas. Yo mismo me pregunto a veces el por qué de tener tantos seguidores.