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AMPLIARInfografía de la empresa explotadora del yacimiento

Producción de cal profundiza integración entre Brasil y Uruguay

Uruguay dio un nuevo paso en su integración con Brasil tras la inauguración de una planta de elaboración de cal que abastecerá a la usina eléctrica brasileña de Candiota, cerca de la frontera bilateral, para reducir los efectos de la combustión del carbón.

Cementos del Plata.

La planta, ubicada en el departamento (provincia) de Treinta y Tres, a 300 kilómetros al noroeste de Montevideo, "es un símbolo de la integración latinoamericana, de la integración que se necesita entre nuestros pueblos", dijo Raúl Sendic, presidente de ANCAP, petrolera estatal y propietaria del emprendimiento a través de su subsidiaria Cementos del Plata.

Sendic explicó a ANSA que la apertura de la primera etapa de funcionamiento de la planta permitirá en primera instancia la exportación de 50.000 toneladas anuales de cal con destino a Candiota.

Precisó que para el año próximo se habilitará una segunda planta con mayor capacidad, lo que permitirá la exportación de 200.000 toneladas anuales de cal y dará trabajo a un centenar de personas, con una inversión total de 120 millones de dólares.

"Tenemos una reserva de piedra caliza muy grande y de muy buena calidad, por lo que esta inversión permite agregarle valor y convertirla en un bien de exportación a través de un contrato con la empresa brasileña Electrobras", comentó Sendic.

El titular de ANCAP destacó además que "esa inversión a su vez tiene un beneficio ambiental muy importante porque va a permitir que Candiota utilice la cal para minimizar las emisiones de lluvia ácida que hoy produce la combustión del carbón".

La usina termoeléctrica de Candiota se encuentra a unos 40 kilómetros al norte de la frontera uruguayo-brasileña, en el estado de Rio Grande do Sul, y funciona a carbón, con un proceso de combustión que genera la llamada "lluvia ácida", que afecta desde el punto de vista ambiental a toda la zona.

Mediante el pasaje de los gases por tanques de cal líquida en forma previa a tomar contacto con el aire, se reducen los efectos contaminantes del carbón.

El proyecto calero forma parte de una estrategia del gobierno de José Mujica de acercarse a Brasil mediante la complementariedad de las industrias de ambos países y la elaboración de bienes que demanda el país vecino, uno de los principales socios comerciales de Uruguay.

En enero de 2012, Mujica dijo que "Uruguay tiene que subirse al estribo de Brasil porque será una superpotencia que corta el bacalao grueso (que tiene poder, ndr) en el mundo".

Este año, el mandatario sostuvo en una conferencia organizada por la Cámara de Comercio Uruguayo-Brasileña que "la integración federal, abierta, la construcción de un sólido espacio económico (con Brasil) es una herramienta de autodefensa para las generaciones que van a venir, donde la respuesta es la asociación y la cooperación".

Mujica y su par brasileña, Dilma Rousseff, acordaron crear un Grupo de Alto Nivel y diseñaron un Plan de Acción para el Desarrollo Sostenible y la Integración con proyectos específicos en áreas como petróleo y gas, construcción naval, energía eólica y biotecnología.