Un desfalco en el principal organismo que otorga vivienda a los trabajadores del Estado en México fue descubierto por las autoridades que fiscalizan el gasto público.
Entre 2009 y 2010, el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) autorizó 40.000 créditos hipotecarios "fuera de norma" a burócratas que no cumplían con el perfil requerido.
Los ganadores de los concursos no sólo no reunían los requisitos sino ni siquiera habían salido seleccionados en los sorteos anuales.
Para obtener un préstamo, los empleados del gobierno debieron pagar el equivalente de entre 2.500 y 5.000 dólares a funcionarios del Fovissste.
Los préstamos se autorizaron pero no se les inscribió en los libros oficiales aunque sí se les programaron los descuentos por nómina o depósitos bancarios.
Se calcula que el daño a las arcas gubernamentales por el fraude se eleva a 21.152 millones de pesos (unos 1.600 millones de dólares. Aunque los créditos están siendo pagados, impidieron a otros empleados obtener la vivienda que legítimamente les correspondía.
El ministerio de la Función Pública anunció una investigación a fondo para dar con los responsables
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