Evitar beber durante las comidas, tomar agua baja en sodio para cuidar el corazón o creer que se debe beber sólo cuando se tiene sed son mitos que atentan contra la adecuada ingesta de este líquido vital y que fueron derribados por especialistas en salud.
Tras realizar una encuesta en el país a más de 1.000 personas mayores de
18 años, los expertos demostraron que existen falsas creencias en torno
al consumo de agua y ofrecieron respuestas concretas para desterrarlas y
promover una hidratación saludable.
La encuesta, que se realizó en marzo de este año, demostró que entre los
principales mitos se incluían: "Para cuidar el corazón hay que tomar
agua baja en sodio"; "Para cuidar que los chicos no engorden hay que
fijarse más en la comida que en la bebida" y "Cualquier bebida hidrata
por igual, no es necesario tomar agua".
En cuarto y quinto lugar se ubicaron los mitos: "Hay que tomar agua sólo
cuando se tiene sed" y "Tomar agua durante las comidas dificulta la
digestión".
"Es frecuente en la población e inclusive en el profesional de la salud
la restricción en el consumo de aguas `altas en sodio`, pero esta
creencia no se enmarca en ninguna evidencia científica", dijo a Télam el
cardiólogo Ricardo Iglesias.
El especialista, que explicó que este trabajo se hizo "para ver si los
miedos de la gente eran reales", remarcó que la Organización Mundial de
la Salud (OMS) indica que "el agua no contribuye significativamente a la
ingesta total diaria de sodio", por lo que "la sal del agua no aumenta
la presión".
"Para reducir significativamente el sodio en la dieta es preciso
concentrarse en la sal agregada a las comidas y en productos tales como
pan de panadería, fiambres y chacinados, carnes frescas y quesos;
definitivamente, no en el sodio contenido en las aguas", concluyó
Iglesias.
Con respecto al mito acerca de que beber agua en las comidas dificulta
la digestión, el presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición, César
Casávola, consideró que "también es falso".
"Beber durante las comidas no dificulta la digestión, ya que la
evacuación gástrica del líquido es rápida y no interactúa con la
absorción de los nutrientes", dijo y consideró que, "por el contrario,
incluir agua en la mesa a la hora de comer puede mejorar los hábitos de
ingesta de líquidos y promover un estilo de vida más saludable".
En cuanto a tomar agua sólo cuando se tiene sed, el especialista remarcó
que "la sed aparece cuando las pérdidas de líquidos corresponden a una
disminución del 3% del peso corporal o más", por lo que se recomienda
"no esperar a tener sed o sensación de boca seca para tomar agua", que
es "un llamado de atención tardío del cuerpo".
"La sed aparece cuando ya existe deshidratación; los síntomas que
aparecen cuando uno está deshidratado van desde un dolor de cabeza,
sueño o falta de concentración hasta náuseas, debilidad, alteraciones
graves como espasmos musculares, delirio, insomnio o incluso la muerte",
dijo.
En cuanto a las recomendaciones de ingesta de líquidos, el especialista
precisó que en Argentina, según la Asociación Argentina de
Nutricionistas y Nutricionistas Dietistas (AADyND), es de 2 litros por
día, mientras que la European Food Safety Authority (EFSA) recomienda
2.5 litros al día para hombres y 2 para mujeres.
"La EFSA considera que un 80% de la ingesta proviene de bebidas y un 20%
de alimentos, por lo que el consumo de líquidos sería de 2 y 1.6
litros al día para hombres y mujeres respectivamente", puntualizó
Casávola.
Por su parte Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre
Nutrición Infantil (CESNI) afirmó que "el verdadero riesgo de las
bebidas tiene que ver con su contenido calórico y su impacto en el
sobrepeso y la obesidad".
"A lo largo del día consumimos alimentos sólidos y líquidos por igual,
por eso es importante tomar conciencia de las calorías que contienen las
bebidas e infusiones", explicó y precisó que "es equivocado pensar que
las calorías de los líquidos engordan menos que las que provienen de
alimentos sólidos".
El especialista remarcó que "varios estudios científicos demuestran que
el riesgo de obesidad aumenta con la ingesta de bebidas calóricas", y
agregó que "los niños en nuestro país consumen el equivalente a ocho
sobrecitos de azúcar por día a través de bebidas e infusiones
azucaradas".
Con respecto a la posibilidad de ingerir cualquier líquido en lugar de
agua Romina Sayar, nutricionista y vicepresidenta de AADyND indicó que
"en términos de calidad, cualquier bebida no hidrata por igual".
"La cantidad y calidad de los líquidos ingeridos impactan en el estado
nutricional; en el caso de Argentina sabemos que el 50% de los líquidos
consumidos corresponde a bebidas azucaradas, mientras que los hidratos
de carbono ingeridos a través de líquidos representan entre un 9 y un
15% del valor calórico diario, superando la recomendación del 10% de la
OMS", concluyó.
El informe sobre "Mitos del agua", publicado recientemente, está
disponible en su versión digital en www.mitosdelagua.com.ar.
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