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Nabucco ofrecerá tres nuevas funciones en el Teatro San Martín

Tres nuevas funciones –las últimas de las cinco programadas- ofrecerá Nabucco, la célebre ópera de Giuseppe Verdi cuyo estreno, el pasado fin de semana, marcó un triunfal comienzo del 53º Septiembre Musical del Ente Cultural de Tucumán: serán este jueves 5, el sábado 7 y el domingo 8, en todos los casos a las 21.00, en el Teatro San Martín, avenida Sarmiento y Muñecas.

 Los responsables artísticos son Ricardo Salim (regisseur), el maestro Emir Omar Saúl (director general), el maestro Ricardo Sbrocco (director coral), el maestro Jeff Manookian (director titular de la Orquesta Estable) y el maestro Álvaro García (director de la Banda Sinfónica); y la interpretan los elencos estables -Orquesta, Coro y Banda Sinfónica- cuyos integrantes, sumados a los invitados y figurantes, suman más de 250 artistas en escena.

Los roles centrales son cubiertos por Gustavo Ahualli, el barítono tucumano radicado en Washington, que asume el papel de Nabucco, Rey de Babilonia; la soprano Patricia Gutiérrez, de Buenos Aires, es Abigaille, supuesta hija mayor del Rey; la soprano Claudia Manrique encarna a Fenena, la hija menor; el tenor Alejandro Alonso es Ismaele, sobrino del Rey de Jerusalem; el bajo Marcelo Oppedissano le pone su voz al Sumo Sacerdote judío Zaccaría; la soprano Marcela Ledesma es Anna, hermana de Zaccaría; el tenor Daniel Arrieta hace de Abdallo, soldado babilonio; y el bajo Víctor Gutiérrez interpreta al Sumo Sacerdote de Babilonia.

 El guion de Temistocle Solera se inspira en un relato del Antiguo Testamento y narra una historia ambientada en los palacios de Babilonia y Jerusalem, en el siglo VI antes de la era cristiana (587), cuando acontece la invasión de los babilonios que desembocará en el exilio forzado de una parte de la población judía en el reino mesopotámico. El rey Nabucco, tras conquistar al pueblo hebreo, se proclama Dios. Pero el destino, como venganza a tal osadía, lo convierte a la locura. Durante su enfermedad es su déspota hija Abigaille quien ocupa su trono. Tras regresar de la locura, se convierte al judaísmo y decide reconquistar su trono, devolviéndole al pueblo su libertad.

Nabucco contiene Va Pensiero, conmovedor pasaje coral en el que el pueblo hebreo en el exilio evoca la tierra natal.