La Corte Suprema de Justicia recibió ayer a diez ONG, cinco por el Estado y cinco por el Grupo Clarín, en la audiencia informativa que busca ser el paso previo a la resolución definitiva del conflicto generado a partir del planteo de inconstitucionalidad del holding de medios sobre dos artículos de la Ley de Medios, sancionada hace casi cuatro años.
a Corte Suprema de Justicia de la Nación escuchó las posiciones de "amicus curiae" por el Estado Nacional y el Grupo Clarín y además dio lugar a los considerados "independientes" o en representación de la ciudadanía, como la Procuración General de la Nación, en medio de una masiva marcha convocada fuera del Palacio de Justicia por quienes apoyan la vigencia plena de la ley.
La audiencia continuará mañana en la jornada más trascendente, durante
la cual los ministros escucharán a las partes, el Gobierno Nacional y el
Grupo Clarín y luego formularán preguntas.
En posiciones que no son vinculantes para la Corte, cinco oradores se
manifestaron a favor de revocar el fallo que declaró la
inconstitucionalidad de cuatro artículos de la norma en tanto que otro
igual número avaló la postura del grupo Clarín y pidió ratificar esa
sentencia.
La última en exponer en el cuarto piso del Palacio de Justicia porteño
fue la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbo, quien
calificó como una "falacia presentar como un conflicto entre Gobierno y
empresa" la dispusta legal, al hablar en representación de los intereses
de la ciudadanía.
"Se simplifica la realidad, se minimiza el poder del grupo empresario y
desde esa posición de falsa debilidad se invoca la lesión al derecho a
la expresión y así se desvía la atención del asunto principal, porque lo
que está en juego es uno de los bienes más preciados de la República,
la libertad de información y expresión", afirmó.
Como ya lo hizo en un dictamen donde avaló la constitucionalidad de los
artículos cuestionados, Gils Carbó entendió que el fallo "eludió la
consideración de bienes sociales en juego" y se dictó "prescindiendo del
hecho relevante de que la concentración mediática es contraria a la
libre información y libre expresión".
"Le solicito a esta Corte que dicte un fallo histórico, develando las
falacias de este proceso, no puede haber derechos adquiridos ni
violación a la propiedad privada a través de una posición construida
violando derechos humanos", concluyó tras recordar la investigación
penal en curso por la aquisición de la empresa Papel Prensa en 1977 por
parte del Grupo Clarín y las circunstancias de la fusión de Multicanal y
Cablevisión, a la que ella se opuso cuando era fiscal.
Como amigos del tribunal independientes se habían presentado poco antes la titular de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, Cinthya Ottaviano, quien también se pronunció por la constitucionalidad plena de la ley para lo cual leyó reclamos de usuarios del interior del país sobre presuntas conductas abusivas de la empresa Cablevisión, perteneciente a Clarín, entre otros argumentos.
Y por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, el constitucionalista Juan Vicente Sola, quien cuestionó la validez legal de la obligación de desinvertir para el Grupo Clarín.
La audiencia comenzó puntualmente a las 10, con la exposición del representante del Observatorio Iberoamericano de la Democracia, Asdrúbal Aguiar, como amicus por parte de Clarín, quien sostuvo que la ley de Medios "propone un régimen de intervención estatal sobre medios de comunicación radioeléctricos".
Le siguió el titular de la Asociación Argentina de Juristas, Beinusz
Szmukler, que en aval al planteo del Estado sobre la constitucionalidad
de la Ley aseguró que Clarín es un "monopolio informativo integrado a la
red mundial de la desinformación, basada en el ocultamiento de la
información que los perjudica" y "en la sobrecarga de información banal e
inútil".
Tanto Szmukler como Gils Carbo, Ottaviano y quienes expusieron a favor
de la vigencia de la ley arrancaron ovaciones entre quienes seguían
desde la calle la marcha de la audiencia y que dedicaron silbidos a
quienes exponían avalando la demanda de Clarín.
El segundo "amigo" elegido por el grupo Clarín para defender su postura
fue la Asociación de Organizaciones de Empresas de Televisión Pagada
para Iberoamérica, cuya posición expuso Eduardo Oteiza, quien trazó un
paralelo con la jurisprudencia de los Estados Unidos para la
distribución de licencias de la televisión por cable y señaló que en ese
país "nunca se aplicó" la regulación en los operadores de cable.
En apoyo del Estado, el rector de la Universidad Nacional de San Martín,
Carlos Ruta, planteó la necesidad de un Estado que establezca un
sistema "protector de libertades y derechos", que "limite" los derechos
individuales en beneficio del "interés general".
En tanto, otros de los "amigos" elegidos por el grupo Clarín, Luis Pardo
y Carlos Laplacette, de Adepa, sostuvieron que "los artículos 41, 45,
58 y 161 (de la ley de Medios) representan una conculcación de derechos
constitucionales en relación con la libertad de expresión y la igualdad
ante la ley y eso es un grave retoceso para la sociedad".
En apoyo de la voz del Estado, representando a la Universidad Nacional
de Lanús, Víctor Abramovich, afirmó que el Estado "tiene el deber de
intervenir para transformar estructuras que silencian a sectores de la
población".
El sociólogo Eliseo Verón, representante del Comité del Consumidor
(Codelco), y "amigo" elegido por Clarín consideró que la norma "ya era
obsoleta el día en que salió publicada en el Boletín Oficial" porque no
preveía la "revolución" generada por la expansión del uso de Internet.
Andrés Gil Domínguez, también representante de Codelco, puso el acento
en "la presunción de inconstitucionalidad de todas las leyes que buscan
restringir el acceso a una oferta plural" e indicó que "el artículo 45
de la Ley es claramente inconstitucional e inconvencional al limitar el
número de licencias a 24".
Del lado del Estado, el titular de Cooperar, Miguel Julio Rodríguez
Villafañe, aseguró que recién en el 2009, con la sanción de la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual pudieron "acceder a la palabra",
ya que "por 29 años" estuvieron marginados del sistema de comunicación.
El último "amigo" elegido por el grupo Clarín para exponer fue el
abogado Lucas Grossman, quien interpretó hoy que la vigencia de la norma
aprobada por el Congreso de la Nación por amplia mayoría "reducirán la
cantidad y la calidad de la información".
Finalmente, en apoyo del Estado, expuso el titular del Centro de
Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, que rechazó la
"escandalosa dilación judicial que paralizó durante 4 años" la
aplicación plena de la ley y criticó la forma en que la Corte Suprema de
Justicia convocó a la audiencia que se desarrolló hoy y continuará
mañana.
También en representación del CELS, Damian Loreti brindó la
argumentación técnica del organismo a favor de la ley y destacó que
"principios y declaraciones del sistema interamericano de justicia
establecen que los monopolios deben estar sujetos a leyes
antimonopólicas por cuanto conspiran contra la democracia".
Al inicio de la audiencia estuvieron presentes todos los ministros pero
al rato abandonó el recinto Eugenio Zaffaroni, quien partió al
aeropuerto internacional de Ezeiza por tener previsto un viaje a
Alemania y también lo dejó antes del final la ministra Carmen Argibay.
En la apertura y el cierre habló brevemente el presidente de la Corte,
Ricardo Lorenzetti, para explicar el procedimiento ante decenas de
periodistas de medios nacionales e internacionales y funcionarios y
legisladores que presenciaron la audiencia, como el titular de la AFCSA,
Martín Sabbatella; la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María
"pimpi" Colombo, y los legisladores María Eugenia Estenssoro y Manuel
Garrido, entre otros.
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