En los partidos jugados por Atlético Tucumán y San Martín en los torneos que participan ninguno de los dos perdió. El decano ganó con justicia y el santo empató merecidamente. Flojos los rivales de ambos.
Ricardo Rodríguez contento , Carlos Roldán preocupado.
Al primero lo “salvó” el golazo del “ Mudo” Galíndez , al segundo lo “enojó “ el desempeño de sus jugadores. El mundo decano festejó la victoria , el mundo santo reprobó el empate.
Con lo hecho por los de Barrio Norte pueden darse por satisfechos quienes estuvieron en le estadio .El primer tiempo estuvo bueno lo realizado por los once que vestían la celeste y blanca. Tampoco era para tirar tantos cohetes y bengalas ya que enfrente estuvo el rojo de Avellaneda que fue una verdadera “lágrima” como equipo de fútbol. El segundo período se equivocó el “Negro” del local al parar el equipo de contra. El “diablito” que vino al Jardín de la República estaba para hacerles seis o siete. No había que “perdonarle la vida”.
Por el lado de la Ciudadela la cosa no estuvo tan fácil y el otro “Negro”, el Carlos, salió con la cara que denotaba rabia. Su gente tuvo a un rival que no complicaba y se salvó por el trabajo del hermano del goleador José Sand, Diego que tapó varias. Más allá del buen laburo del arquero correntino lo mostrado por los once que vistieron la nueva indumentaria roja y blanca estuvieron con frío y no mostraron nada que haga presumir que el futuro será fácil. Los pergaminos y la historia presionan pero con eso no alcanza para conseguir un ascenso.
Los campeonatos recién comienzan , Atlético Tucumán y San Martín siguen armándose, como todos los años. Espero que no demoren, como siempre.
Daniel A. Villalba
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