El gobierno boliviano le pidió a Brasil un informe sobre la huida a ese país del senador opositor Roger Pinto y manifestó que el caso "no afecta las relaciones bilaterales", mientras desde Brasilia se prometió investigar el asunto tomando las medidas desciplinarias que correspondan.
La cancillería brasileña convocó a su representante de negocios en La Paz, a dar explicaciones y amenazó con sanciones disciplinarias.
Pinto salió ayer de la sede de la embajada, donde estaba asilado desde
el 28 de mayo de 2012, en un auto oficial brasileño y escoltado por
“fusileros navales” de esa nacionalidad, afirmó el presidente de la
Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Brasil, Ricardo Ferraço.
Según el legislador, tras un viaje de 22 horas en automóvil, Pinto
-acusado de corrupción y connivencia con el narcotráfico por el gobierno
boliviano, y condenado por un juez a un año de prisión- llegó a
Corumbá, en el lado brasileño de la frontera, y desde allí siguió hasta
Brasilia en un avión privado.
“Debo agradecer a las autoridades de Brasil pero no puedo hablar más por
ahora; tengo asilo y espero que continúe”, dijo Pinto al canal
brasileño Globonews, al llegar esta madrugada al aeropuerto de Brasilia.
No obstante, en una entrevista emitida más tarde por la misma
televisora, Pinto manifestó su disposición a ponerse “a disposición de
las autoridades brasileñas” y criticó al gobierno de Bolivia.
“Me voy a colocar a disposición de las autoridades brasileñas para
ratificar las denuncias que hice en su momento sobre las relaciones
peligrosas del gobierno de Evo Morales con el narcotráfico y la
corrupción”, afirmó, y agregó que la administración boliviana “siempre
inventa procesos e insulta a la oposición”.
En tanto, Ferraço sostuvo que Pinto “no es un fugitivo” sino que “fue
recibido por agentes federales y cumplió todos los procedimientos” pues
“ya había sido considerado refugiado político antes de cualquier
salvoconducto y entró a Brasil como refugiado”.
“Se ha pedido al gobierno de Brasil un informe oficial sobre la huida
del senador Pinto de su embajada en La Paz”, afirmó hoy la ministra
boliviana de Comunicación, Amanda Dávila, reportaron las agencias
noticiosas ANSA, DPA y EFE.
La funcionaria remarcó que su gobierno “no ha negociado la salida del
señor Pinto”, de quien dijo que logró el asilo político brasileño “con
información absolutamente falsa y tendenciosa” y con el propósito de
“obstaculizar las relaciones entre Bolivia y Brasil”.
Dávila aclaró que “este caso no afecta las relaciones con Brasil”, que
“se mantienen en una situación de absoluta cordialidad y respeto”, pues
“el gobierno boliviano y el presidente Evo Morales han expresado
siempre, y lo seguirán haciendo, todo su afecto y respeto a la
presidenta Dilma Rousseff como al gobierno brasileño”.
Asimismo, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aseveró
que “no hay un quiebre en las relaciones bilaterales” y subrayó: “Con
Brasil tenemos que ser muy prudentes. ¿Qué es Roger Pinto en medio de la
dinámica comercial de 2.000 y 3.000 millones de dólares? Es un suspiro
en el aire”.
Ferraço -del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB,
principal aliado del gobierno)-, que recibió a Pinto y, según fuentes
parlamentarias citadas por EFE, lo alojó en su casa, sostuvo que el
legislador boliviano “fue acogido por Brasil como perseguido político”.
Pinto “era perseguido por denunciar al narcotráfico”, dijo Ferraço,
quien calificó la negativa del gobierno boliviano a concederle el
salvoconducto para viajar a Brasil como “una actitud propia de una
dictadura arbitraria”.
Sin embargo, la cancillería brasileña admitió implícitamente la
posibilidad de que la llegada de Pinto a Brasil haya sido irregular, al
afirmar en un comunicado que “está reuniendo elementos acerca de las
circunstancias” de la salida del senador boliviano de su embajada en La
Paz.
El Palacio de Itamaraty informó además que llamó a consultas a su
encargado de negocios en La Paz, Eduardo Saboia, para que preste
“esclarecimientos” sobre el incidente.
La nota agregó que se “abrirá una investigación” y “se tomarán las
medidas administrativas y disciplinarias” que correspondan por las
eventuales responsabilidades en el caso.
Por otra parte, a raíz de este incidente, el canciller brasileño,
Antonio Patriota, canceló una visita que tenía previsto efectuar mañana a
Finlandia. “El ministro está en Brasilia para analizar la situación”,
dijo un vocero de Itamaraty.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff