La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, esquivó a sus guardaespaldas y dio una vueltas en motocicleta por la noche de Brasilia recientemente, según reveló un ministro.
"Me puse el casco y salí en moto por las calles de Brasilia", le dijo Dilma al ministro de Energía, Edison Lobao, quien contó la historia al diario Folha de Sao Paulo.
"Yo tampoco creí en la anécdota, pero el jefe de seguridad
confirmó que mandó seguirla, incluso con ella creyendo que nadie
sabía dónde estaba", comentó Lobao.
El Palacio del Planalto informó que la presidenta no tiene
registro para conducir motocicletas, por lo que aumentó la
versión de que pudo haber sido acompañante de algunos de sus
colaboradores que tienen una. Los asesores también dijeron que
la presidenta no sabe conducir motocicletas.
"Pude sentir los mejores aires de Brasilia", dijo Rousseff al
ministro Lobao, al comentar sobre los niveles de humedad por
debajo del 10% que registra la capital federal.
Según Lobao, Dilma le respondió a sus cuestionamientos sobre
la seguridad institucional de una jefa de Estado que "la vida
está llena de riesgos".
"Fue una aventura de la presidenta, el cargo que tiene la limita mucho, no puede ir normalmente al cine, al restaurante o al teatro", evaluó el ministro.
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