El gobierno suspendió por falta de recursos un proyecto que evitaba extraer petroleo de la reserva natural Yausní. Correa aseguró que fue una de las decisión más difíciles que tomó.
La suspensión de la iniciativa ambientalista Yasuní ITT por falta de aportes internacionales anunciada anoche por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, desató una dura polémica en las redes sociales, mientras decenas de ecologistas reclamaron una consulta popular en las afueras del Palacio de Gobierno.
La propuesta buscaba dejar bajo tierra amazónica una enorme reserva de petróleo a cambio de apoyo económico de la comunidad internacional, pero, según anunció el propio Correa anoche, ese aporte no se concretó.
"Con profunda tristeza, pero también con absoluta responsabilidad con nuestro pueblo y nuestra historia, he tenido que tomar una de las decisiones más difíciles de todo mi gobierno. He firmado hoy el decreto para la liquidación de los fideicomisos Yasuní ITT", dijo Correa en cadena de radio y televisión.
El mandatario anunció que pedirá la autorización a la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) para explotar crudo en el parque Yasuní, declarado Reserva Natural de la Biósfera por la Unesco.
También explicó que la explotación petrolera en el Yasuní afectará "menos del uno por mil del parque", que abarca un millón de hectáreas de la selva amazónica, y que el aprovechamiento de las reservas del ITT representarán ingresos por 18.292 millones de dólares que se destinarán a acabar con la pobreza del país.
Para el gobernante, citado por las agencias de noticias Andes, EFE y Ansa, la explotación del crudo en las zonas de Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) del Yasuní se hará con la mejor tecnología disponible para minimizar el impacto ambiental en esa región, una de las mayores reservas de biodiversidad del planeta.
Consulta popular
Tras el anuncio, el presidente de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas (Conaie), Humberto Cholango, aseguró en su cuenta de Twitter
que el gobierno y la secretaria a cargo del proyecto, Ivonne Baki, "han
fracasado con la iniciativa Yasuní".
El líder de la Conaie añadió que "ahora toca a todos los ecuatorianos defender Yasuní y a los pueblos (indígenas) en aislamiento" que habitan en ese sector de la selva amazónica, y planteó la posibilidad de convocar a una consulta popular para que la población decida si pone fin a la emblemática iniciativa.
Justamente esa fue la consigna de la manifestación de activistas ambientalistas que se dio anoche en las afueras del Palacio de Gobierno en Quito, mientras Correa anunciaba su decisión.
"No toquen el Yasuní", decían varias pancartas de los activistas que se encontraban junto a grupos de simpatizantes del gobierno que, resignados, defendían la decisión del mandatario.
La Policía separó a los bandos ante posibles roces que no llegaron a ocurrir, aunque algunos de los ambientalistas anticiparon nuevas manifestaciones para los próximos días.
"Lamentablemente, tenemos que decir que el mundo nos ha fallado", porque sólo se han recogido 13,3 millones de dólares de aportes", lo que representa "apenas el 0,37 por ciento de lo esperado", dijo el mandatario.
Ecuador lanzó el proyecto hace seis años en la sede de Naciones Unidas, cuando pidió la "corresponsabilidad" económica de la comunidad internacional para no explotar el crudo del eje ITT, lo que también suponía evitar la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se generaría con la combustión del hidrocarburo.
Se calcula que el bloque ITT contiene unos 920 millones de barriles de petróleo. Ecuador aspiraba a obtener unos 3.600 millones de dólares de la comunidad internacional, en doce años, para llevar adelante la iniciativa ambientalista.
"No era caridad lo que pedíamos, era corresponsabilidad con el cambio climático", añadió Correa en su anuncio.
Tristeza
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, reconoció en Twitter que a los
integrantes del Gobierno "entristece el fracaso de la iniciativa", y
aseguró que "habría sido magnífico que ambos objetivos se cumplieran",
el de mantener intacto al Yasuní y obtener una compensación por ello.
Por su lado, el ministro del Interior, José Serrano, tuiteó: "Durísima decisión de nuestro Presidente, pero necesaria, no más ciudadanos muriendo por dengue, desnutrición, a seguir en la lucha".
En tanto, el extitular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Fander Falconí, dijo en su cuenta de Twitter que el "Yasuní es vida", pero que el "Buen vivir" que pregona el gobierno "requiere recursos: quitar subsidios a los ricos".
Además, para Falconí, que es también integrante del movimiento oficialista Alianza País, ese Buen vivir supone "seres humanos en armonía con la naturaleza", por lo que la decisión final podría requerir una "consulta al soberano".
Otra exministra, Katiushka King, recordó que la decisión de explotar el crudo del Yasuní requiere, previamente, que se autorice en la Asamblea Nacional y se preguntó si el órgano parlamentario será "corresponsable de la explotación" en es zona considerada de alta concentración de biodiversidad.
"¿No sería mejor llamar a consulta popular?", se preguntó King, criterio que en la red social fue compartido por muchos tuiteros.
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