El flamante presidente paraguayo eligió un mensaje interno y otro externo para su primer discurso, al convocar, por un lado, a una "guerra frontal contra la pobreza" y prometer "aportar al fortalecimiento" de los organismos regionales, por el otro.
En su primer discurso como mandatario, Cartes exhortó a "llenar de contenido la democracia", le pidió a los jóvenes que "no pierdan la rebeldía" y sentenció que no llegó al Palacio de López para "prolongar fracasos ni defraudar expectativas".
El nuevo presidente juró exactamente a las 8.40 en una ceremonia que se
hizo detrás de la Casa de Gobierno, y después habló durante 27 minutos,
con sus pares de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; Uruguay,
José Mujica; Brasil, Dilma Rousseff; Perú, Ollanta Humala, y Chile,
Sebastián Piñera; como oyentes.
Cartes sucede en el cargo a Federico Franco, quien completó el mandato
de Fernando Lugo, destituido en un golpe institucional en junio pasado.
El nuevo presidente ganó las elecciones de abril, como candidato del
Partido Colorado, que vuelve así al poder después de un interregno de 5
años.
"Si dentro de cinco años, al concluir el mandato, no hemos reducido
sustancialmente la pobreza, serán estériles todas las obras. Por eso
reitero que nuestra obsesión es ganar cada batalla en la guerra que hoy
declaramos a la pobreza", afirmó Cartes, un notorio empresario
convertido en el presidente número 56 o 49 de Paraguay, según se los
cuente desde la Independencia o desde la sanción de la Constitución.
Afirmó el mandatario que no llegó al gobierno para "prolongar fracasos
ni defraudar expectativas", y advirtió que "quien desee adueñarse de la
cosa pública no contará con la complacencia del jefe de Estado", un
concepto que pareció en parte dirigido hacia las filas del mismo
coloradismo.
Hacia la región, Cartes destacó especialmente la presencia de Cristina
Fernández y Rousseff, "dos distinguidas damas" a las que les agradeció
"las recientes iniciativas que han tomado para construir relaciones
prósperas y positivas" en beneficio de los pueblos.
La frase suena clave en medio del retorno de Paraguay al Mercosur, que
lo había suspendido del bloque tras la salida del cargo de Lugo, en
junio del 2012. También la suspensión de la Unasur quedó sin efecto con
la normalización institucional.
En esa línea de mensajes hacia la región, Cartes anunció que buscará
"aportar al fortalecimiento de los organismos subregionales, regionales y
mundiales" para "consolidar la democracia y fomentar la integración, la
cooperación y la vigencia de los derechos humanos”.
"Ponderamos la democracia, nos jugamos por la libertad, exigimos
justicia para todos, pero fundamentalmente tenemos el compromiso de
hacer que cada uno de los habitantes del Paraguay tenga las mismas
oportunidades de trabajo, de educación, de salud y de seguridad", volvió
luego hacia sus compatriotas.
Puso de relieve luego la transparencia de los comicios de abril, y
destacó que "con este acto se produce el traspaso del Ejecutivo de un
signo político a otro distinto por vía democrática, por segunda vez y de
manera consecutiva en toda la historia" del país.
"La prolongada transición a la democracia ha concluído en el Paraguay y
con ella la posibilidad de utilizarla como pretexto para
postergaciones", afirmó, y, dirigiéndose a los jóvenes, explicó que "no
se les puede pedir paciencia, sino sana rebeldía".
"Como le dijo el papa Francisco a los jóvenes, si este presidente no
cumple sus expectativas, hagan lío”, dijo Cartes, que atendió a una
notable porción de la población paraguaya: el 62 por ciento de los 6,2
millones de personas es menor de 30 años, y 3 de cada 5 jóvenes de 15 a
29 años está desempleado o subocupado, según el Centro de Información y
Recursos para el Desarrollo (CIRD).
Además, el empresario, dueño de una treintena de firmas, prometió
promover la generación de empleo, la estabilidad económica, el
funcionamiento del mercado y la sostenibilidad del sector público, y
enfatizó que será "implacable en restablecer el orden y la presencia del
Estado en toda la república".
"Puedo asegurar que no nos van a marcar la hoja de ruta ni criminales ni
grupos armados, en un país donde sabemos muy bien que el estado de
derecho y la justicia serán ofrecidos a todos los habitantes del país",
subrayó.
Tras su discurso, el presidente tomó juramento a sus ministros y después
entregó las llaves de oro de Asunción a sus pares Cristina Fernández,
Rousseff, Piñera, Mujica y Humala, de Perú, al Príncipe de Asturias,
Felipe de Borbón, y al mandatario de Taiwán, Ma Ying-jeou.
Todos participaron luego del Te Deum, en la catedral de Asunción, y se
trasladaron nuevamente al Palacio de López, frente a costanera, para el
tradicional besamanos.
Afura, por la tarde, hubo primero un desfile militar y policial, con
Cartes y su vice, Juan Afara, en el palco, y más tarde un festival
artístico organizado por la intendencia, en coincidencia con el 476
aniversario de la fundación de Asunción.
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