AMPLIARSofía Cativa

08/08/2013 - Yerba Buena

Sofía Cativa, joven violinista que brilla en Tucumán y Europa

La joven de 23 años, que comenzó a tocar lúdicamente en su infancia con un violín de cartón, hoy recomienda a los niños vivir la música como un juego.

A Sofía Roldán Cativa, los tucumanos le sonríen. Ella, una veinteañera que se expresa con humildad, estudia y trabaja con esfuerzo para deleitar a todos con su arte: los sones que crea a través de las cuerdas.

Esto se pudo ver, nuevamente, este fin de semana que pasó, cuando Sofía se presentó con éxito junto a  la  Orquesta Estable de la Provincia en el Teatro San Martín, donde interpretó con maestría la obra “Aires Gitanos” del compositor español Pablo de Sarasate; algo que animó los aplausos de un público emotivo que llenó la sala del coliseo tucumano. Además, de la velada artística también participó el Trío Franco Argentino, integrado por Roberto Buffo (piano), los franceses Guillaume Barli (violín) y Emanuel Coulombel (cello), en la segunda parte del programa.

Sofía, habló en el centro cultural de nuestra ciudad que está ubicado a unas cuadras de su hogar, la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario:

 

-Al observarla hablar, destaca algunas características que son parte de su identidad: Sofía, la joven de la ciudad jardín, es una chica con rasgos y habla muy tucumanos; agrada por la simpleza y la dulzura de su voz;  no es tímida y deja entrever, luego de tantos años de vivir en el viejo continente, un suave acento europeo que se mezcla con el argentino;  no se la percibe soberbia, sino, más bien,  es una persona humilde y orgullosa de haber cumplido con sus objetivos profesionales. Eso sí, se puede apreciar mucha madurez, responsabilidad  y alegría en su forma de encarar la vida.-

 

- Sofía, cómo surgió la posibilidad de presentarte nuevamente en Tucumán

Luego de tres años y medio que no venía a Tucumán, regresé para visitar a mi familia y, de paso, aprovechar la invitación que me hizo el presidente del Ente Cultural de Tucumán, el Profesor Mauricio Guzmán,  para hacer una presentación junto a la Orquesta Estable de la Provincia dirigida por el Maestro Jeff Manookian, donde presenté la pieza  “Aires Gitanos” del compositor español Pablo de Sarasate, una obra codiciada por todos los violinistas por ser muy virtuosa, al tener todo lo que se puede hacer con mi instrumento. Está a la par del repertorio de Niccolò Paganini Bocciardo.

- Qué se siente venir de Frankfurt  y presentarte ante tus comprovincianos

Para mí, es un placer tocar en Tucumán, porque nací aquí y el público me ha visto crecer y me ha apoyado siempre desde muy pequeña. Además, tiene un gusto especial porque aquí puedo reencotrarme con mi familia, para dejarlos escuchar lo que hago. Tuve la fortuna de ser nombrada hace tres años Embajadora Cultural de Tucumán y Vecina Ilustre de Yerba Buena, algo que asumo como un honor, porque mi profesión la llevo con mucho esfuerzo.

 

-Dónde iniciaste tus estudios escolares y cómo te mantienes en contacto con tu familia y amigos.

Terminé la primara en la escuela José Ignacio Thames y la secundaria la hice en la Escuela de Comercio Dr. Miguel Lillo, dos lugares que me traen muchos y muy buenos recuerdos. Conservo aún hoy el contacto con mis compañeritos del jardín y mi amistad se mantiene gracias a internet con mis amigos de la adolescencia. Siempre nos escribimos y me mandan las mejores ondas para que me vaya bien en todo. Skype y Facebook, son mis medios de comunicación preferidos para hablar con mi familia y amigos. Siempre quieren ver por dónde estoy, cómo son los lugares en donde vivo y me piden  que escriba en castellano para que me entiendan, porque algunas veces, sin darme cuenta, lo hago solo en alemán (se ríe, mientras comenta con algo de timidez que es una políglota capaz de hablar con soltura inglés, francés, alemán y que está aprendiendo un poco de ruso e italiano).

 

- ¿Cómo te acercaste  a la música?

Si bien mi familia no tiene vínculos con el mundo de la música, mi mamá siempre estuvo a mi lado y me dio su apoyo para comenzar mis estudios. Ella fue quien vio en mí cierta predisposición musical. Por este motivo inicié mis estudios a los 3 años de edad, a través del Método Suzuki, en la Colegio Clave de Sol de Yerba Buena, luego tuve de profesores al violinista Gustavo Guersman y a la pianista Elisabeth González; con posterioridad, ingresé al Instituto Superior de Música de la Universidad Nacional de Tucumán, donde me recibí como Técnico Instrumentista en Violín y Piano.  A los 10 años me incorporé a la Orquesta Juvenil de la UNT , donde estuve por 7 años trabajando como concertino titular.

Gracias al apoyo de mi familia, pude viajar para capacitarme en distintos destinos. La primera gran experiencia que tuve fue a los 14 años, cuando visité Europa gracias a una beca, con la que pude cursar estudios en la  Universidad de Música y Artes de Frankfurt – Alemania-,   continué realizando masters class con distintos profesores, algunos de origen alemán. Fui becaria de la Fundación Don Bosco (Tucumán), de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, del Mozarteum Argentino, Yehudi Menuhin Live,  Music Now Frankfurt am Main eV, entre otras instituciones. También, me apoyaron María Marta Elías de Núñez, Zonta Stiftung (Saarbruecken) y Albert Eckstein Stiftung (Ulm-Alemania).

Durante mi estancia en Europa, pude graduarme en la “Hochschule fuer Musik” Universidad de Música y artes Frankfurt – Alemania- con el Máster de Diplomatura Artística en Violín en la clase de la destacada violinista inglesa Prof. Priya Mitchell. Actualmente, estoy por comenzar un postgrado en la Universidad Internacional Mozarteum de Salzburg-Austria- -la ciudad natal de Wolfgang Amadeus Mozart-.

-Estas en la Casa del Bicentenario, el primer centro cultural que tiene la ciudad de Yerba Buena, tu ciudad. ¿Qué pensás de este espacio?
Me parece una gran idea que se haya creado un sitio de esta naturaleza, ojalá que puedan edificarse más centros culturales y teatros, porque, la verdad, pues la cultura debe ser lo más importante para que todos puedan disfrutar, no solo de la música, sino de todas las artes.  Está muy cerca de mi casa, podemos decir que soy vecina de este lugar, y como para mí la cultura representa todo y siempre estoy al tanto de lo que ocurre en Tucumán y en el mundo, me gusta estar en contacto de lo que ocurre con  las disciplinas artísticas, como sucede en Frankfurt, ciudad que tiene una universidad destinada a la música y el canto, la pintura y el teatro. La verdad, este mundo es muy gratificante para todos 

-¿Cómo valorás este lazo que te une a tu mamá?
Creo que sin mamá (Alcira Cativa, empleada de la Municipalidad de Yerba Buena), yo no podría ser nada. No podría haberme convertido en lo que hoy soy. Lo que hizo ella por mí, lo es todo en mi vida, gracias a su apoyo y compañía incondicional. Fue una gran motivación contar con el apoyo de mi familia. Ella tuvo que pelear mucho por mí y mi hermana, porque ella también es música y estudia en Alemania desde hace dos años. Esta es una carrera que cuesta mucho, no solo en esfuerzo, sino también en dinero, y ella ha peleado por nosotras como madre y como representante. Desde chiquita es la que ha hablado por mi, y siempre ha sido muy organizada buscando contactos y registrando en un archivo todas mis presentaciones. Redactó mis currículos  de la mejor forma, lo que me garantizó estar siempre presente en las convocatorias a becas y concursos. Incluso me ayuda a recordar lo que hice y lo que tengo que hacer todos los días, porque semana tras semana tengo conciertos nuevos y muchas veces no dispongo de  tiempo para hacer mis registros curriculares. Ella siempre lo hace  con mucho gusto y orgullo. 

 

-¿Qué le dirías a un niño o a una persona que quiere hacer su vida en la música?
Primero, me dirigiría a los padres, porque darle un instrumento a un niño es lo mejor que pueden hacer. Así, los chiquitos pueden ir a un colegio especial dedicado a la música o tener la fortuna de estar en contacto con ella dentro de sus hogares. Es importante que los papás estén abiertos a la cultura, porque es lo que se necesita para motivar a los jóvenes en este mundo. Yo les doy clases a niños que estudian conmigo, y tengo la suerte de ver cómo aprenden y se  abrazan al arte.

 

No hay que tener miedo, los jóvenes tienen que saber primero qué es lo que quieren hacer y proponerse metas y objetivos hacia el futuro. De niña, tomé el violín porque era el instrumento más chiquito y me marcó mucho escuchar su primer sonido. Comencé jugando con uno hecho de cartón y el día que tuve la suerte de gozar con uno de verdad fue una alegría inmensa. Hoy tengo todos mis instrumentos, cinco violines que los abrazo con mucho cariño. Para mí, el mejor consejo para un niño o un joven es que comiencen a hacer música como un juego. 

-¿Cómo vive una artista tucumana en Alemania?
Los alemanes son diferentes a los argentinos. Son muy organizados y puntales, tienen muchas cosas que me dan tranquilidad, porque me permiten ser ordenada. Son personas muy atentas con todos. Cuando yo llegué era una nena, y nunca comparé Alemania con Argentina, sino que son dos cosas distintas. La adaptación fue muy rápida, porque fueron muy generosos conmigo. Manejar el idioma fue algo difícil, pero luego pude lograrlo. Los latinoamericanos son muy bien vistos y tienen abiertas las puertas en todos lados. Es un país multinacional, donde viven extranjeros de diversas partes del mundo. Eso lo hace muy interesante.  Lo mejor que me pudo pasar es estar en la tierra en donde, de alguna manera, nació la música clásica, en el que trabajaron músicos como Brahms, Félix Mendelssohn y el director de orquesta Herbert von Karajan, entre otros.

Alemania es un país que tiene un fuerte mercado cultural y que consume música clásica, por eso es que hay que poner mucho esfuerzo, tiempo y disciplina. Yo estoy muy contenta de haber obtenido mi título en Alemania y ahora mudarme a Austria, porque para mí son desafíos muy grandes.

-Durante estos años has podido viajar por distintos países de Europa y representar a la Argentina en las orquestas y salas de conciertos más prestigiosas. Contanos cómo fueron esas experiencias.

La verdad, tuve mucha suerte, pude gozar y disfrutar de oportunidades muy significativas para un artista. Desde el año 2007 fui seleccionada varias veces como integrante de destacadas  orquestas, entre ellas: La  Academia Orquestal Schleswig Holstein-Alemania, y Verbier Festival Orchestra-Suiza-.  Entre los grupos germanos fui contratada por la Junge Deutsche Philharmonie (Orquesta Embajadora de la República Federal de Alemania), Skyline Kammerorchester (Orquesta de Cámara de Frankfurt), Deutsche Philharmoniker, Philharmonie Heidelberg, entre otras.

Además, tuve el honor de ser convocada como Solista con  la Orquesta Sinfónica de la Radio Kattowitz-Polonia-, Kammerorchester Ulm –Alemania-, JSO Frankfurt, LSO Hessen, HFM Saarbruecken, Orquesta Estable-Tucumán- y la Orquesta Juvenil de la UNT.

Mi pasión por la música de cámara me llevó a obtener el 1er Premio del Concurso Internacional Polytechnische Gesellschaft e.V . y el 1er Premio del Bad Homburger Foerderpreis-Alemania-. Además, pude conocer y actuar en salas como Mariinsky Theater (San Petersburgo-Rusia), National Theater Yerevan (Armenia), Franz Liszt Saal (Budapest), Filarmónica de Berlín, Carnegie Hall ( Nueva York-EEUU), Teatro Colón (Buenos Aires), Teatro Municipal (Río de Janeiro) y Sonderburg Theater (Dinamarca). Toqué bajo la batuta de directores como el argentino Daniel Baremboim, Claudio Abbado, Sergej Gergiev, Rafael Fruehbeck de Burgos, Christoph Eschenbach, Herbert Bloomstedt y  Ivan Fischer. Y pude compartir escenario con Martha Argerich, Lang Lang, Joshua Bell, Ranaud Capucon, Janine Jansen, Lisa Batiashvili, entre otros.

-Es una trayectoria sobrecogedora, que eriza la piel, y nos hace pensar en el valor de esmerarnos al máximo en cada uno de nuestros oficios.

Gentilza Rafael Garbero